Löydetty 91 Tulokset: maestro

  • Echaron a suertes el turno del servicio de todos, tanto del pequeño como del grande, del maestro como del discípulo. (1 Crónicas 25, 8)

  • Este maestro, muy instruido en la Ley dada a Moisés por Yavé, Dios de Israel, subió de Babilonia y, como estaba sobre él la mano de Yavé, su Dios, el rey le entregó todo cuanto pidió. (Esdras 7, 6)

  • «Artajerjes, rey de reyes, a Esdras, sacerdote y maestro, instruido en la Ley del Dios de los Cielos, paz: He dado órdenes para que (Esdras 7, 12)

  • El maestro de la Ley, Esdras, estaba de pie sobre una tarima de madera levantada para esta ocasión y junto a él, a su derecha, Matatías, Sena, Anaías, Urías, Jilquías y Maaseías, y a su izquierda, Pedaías, Misael, Malquías, Jasum, Jasbaddná, Zacarías y Mesul-lam. (Nehemías 8, 4)

  • Entonces Esdras, maestro de la Ley, dijo al pueblo: «Este día está dedicado a Yavé, el Dios de ustedes, no estén tristes ni lloren.» Porque todos lloraban al oír la lectura de la Ley. (Nehemías 8, 9)

  • Al segundo día, los jefes de familia, los sacerdotes y levitas se reunieron junto al maestro de la Ley, Esdras, para enterarse de la Ley. (Nehemías 8, 13)

  • Estos vivían en tiempos de Yoyaquim, hijo de Josué, hijo de Josadac, y en tiempos de Nehemías, el gobernador, y de Esdras, el sacerdote maestro de la Ley. (Nehemías 12, 26)

  • Semaías, Azarel, Guilalay, Maay, Natanael, Judá, Jananí, con los instrumentos musicales de David, hombre de Dios. Y Esdras, el maestro de la Ley, iba al frente de ellos. (Nehemías 12, 36)

  • Encargué de la administración de los almacenes al sacerdote Selemías, al maestro de la Ley Sadoc, al levita Pedaías, y como ayudante a Janán, hijo de Zacur. Los nombré a ellos porque eran considerados como personas responsables. Su trabajo consistía en distribuir los alimentos a sus hermanos. (Nehemías 13, 13)

  • Mira, Dios es sublime en su fuerza, ¿qué maestro puede comparársele? (Job 36, 22)

  • Porque el Dios Terrible de los pueblos es pura nada. Es un palo cortado en un bosque, labrado con azuela por las manos del maestro (Jeremías 10, 3)

  • Entonces se le acercó un maestro de la Ley y le dijo: «Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.» (Evangelio según San Mateo 8, 19)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina