Löydetty 138 Tulokset: manasés

  • pues los clanes de las tribus de Rubén y de Gad, y la media tribu de Manasés, han recibido ya su herencia. (Números 34, 14)

  • por los hijos de José, por la tribu de los hijos de Manasés, el jefe Hanniel, hijo de Efod; (Números 34, 23)

  • Los jefes de familia del clan de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, uno de los clanes de José, se acercaron y dijeron a Moisés ante los jefes de las familias israelitas. (Números 36, 1)

  • Se casaron con los hijos de sus tíos paternos, de la familia de Manasés, hijo de José, y la posesión que se les había adjudicado se conservó en la tribu de su padre. (Números 36, 12)

  • Y entregué a la media tribu de Manasés la otra mitad de Galaad y el Basán, el reino de Og, o sea toda la comarca de Argob y el Basán. Era llamado tierra de los refaitas. (Deuteronomio 3, 13)

  • Jair, hijo de Manasés, se adueñó de toda la comarca de Argob hasta los términos de los gesuritas y de los macatitas. Dio su nombre a estos pueblos que todavía hoy se llaman aldeas de Jair. (Deuteronomio 3, 14)

  • Estas fueron las ciudades: Basar, en la meseta del desierto, para la tribu de Rubén; Ramot, en Galaad, para la tribu de Gad, y Golán, en Basán, para la tribu de Manasés. (Deuteronomio 4, 43)

  • pero los derrotamos a todos y nos apoderamos de sus tierras, que dimos a Rubén, a Gad y a la media tribu de Manasés. (Deuteronomio 29, 7)

  • José es su toro primogénito: ¡gloria a él! Son sus cuernos, cuernos de búfalo, con los que hiere a todos los pueblos hasta los confines de la tierra. ¡Miren las muchedumbres de Efraím y los millares de Manasés! (Deuteronomio 33, 17)

  • todo Neftalí, la tierra de Efraím y de Manasés, toda la tierra de Judá, hasta el mar occidental, (Deuteronomio 34, 2)

  • A la gente de las tribus de Rubén y de Gad y a los de la media tribu de Manasés, Josué les dijo: (Josué 1, 12)

  • Adelante iban armados los hombres de las tribus de Rubén, de Gad y la media tribu de Manasés, según lo había ordenado Moisés. (Josué 4, 12)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina