Löydetty 221 Tulokset: ofrenda de alimentos

  • El príncipe se encargará de los holocaustos, de las ofrendas y de la libación con ocasión de las fiestas, de las lunas nuevas, de los sábados y de todas las asambleas del pueblo de Israel; él se preocupará del sacrificio por el pecado, de la ofrenda, el holocausto y los sacrificios de comunión por el pueblo de Israel. (Ezequiel 45, 17)

  • Presentarán como ofrenda una medida de harina por cada toro y otra por cada carnero, con un sexto de medida de aceite. (Ezequiel 45, 24)

  • Presentará como ofrenda una medida de harina por el carnero y lo que quiera por los corderos; añadirá un sexto de medida de aceite. (Ezequiel 46, 5)

  • Cuando el príncipe presente a Yavé su ofrenda voluntaria, el holocausto o el sacrificio pacífico, se le abrirá la puerta del este. Presentará su holocausto y su sacrificio pacífico como lo hace el día sábado, luego se retirará y se cerrará la puerta apenas salga. (Ezequiel 46, 12)

  • Cada mañana igualmente presentarás a Yavé una ofrenda: un sexto de medida de harina y un duodécimo de medida de aceite para amasar la harina; es una regla perpetua. (Ezequiel 46, 14)

  • El jefe de los funcionarios les puso los nombres siguientes: a Daniel el de Beltsasar; a Ananías el de Sidrac; a Misael el de Sisac y a Azarías el de Abdénago. Cómo Daniel se negó a comer alimentos impuros (Daniel 1, 7)

  • A los del palacio se les servían alimentos y bebidas que Daniel no quería tomar, por estar prohibidos por su ley. Pidió entonces permiso al jefe de los funcionarios del palacio para no comer estas cosas, que lo habrían manchado. (Daniel 1, 8)

  • Cumplido el plazo, vio que tenían mejor aspecto que todos los jóvenes que comían los alimentos del palacio. (Daniel 1, 15)

  • que tenía hermoso ramaje y fruto abundante en el que había alimentos para todos, bajo el cual se refugiaban los animales del campo y en cuyas ramas anidaban las aves del cielo, (Daniel 4, 18)

  • A la hora de la ofrenda de la tarde estaba todavía hablando; confesaba mis pecados y los de Israel, mi pueblo, y suplicaba a Javé, mi Dios, que defendiera su Santo Monte (Daniel 9, 20)

  • no comí alimentos sabrosos; no entraron en mi boca ni carne, ni vino, ni me perfumé durante tres semanas (Daniel 10, 3)

  • No vivirán más en la tierra de Yavé, Efraím volverá a Egipto y en su destierro de Asiria comerán alimentos impuros. (Oseas 9, 3)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina