Löydetty 127 Tulokset: ordenado

  • y todo el territorio de los habitantes de las montañas, desde el Líbano hasta Misrefat-Maím, los cuales son sidonios. Yo soy el que los derrotaré delante de los israelitas. Por lo tanto, procura que este país pase a ser parte de la herencia de Israel, tal como te lo he ordenado. (Josué 13, 6)

  • Todo lo distribuyeron por suerte entre las nueve tribus y media, tal como Yavé había ordenado a Moisés. (Josué 14, 2)

  • Así los hijos de Israel repartieron la tierra de Canaán, tal como Yavé se lo había ordenado a Moisés. (Josué 14, 5)

  • Gedeón, con ayuda de diez servidores, hizo lo que Yavé le había ordenado. Solamente que lo hizo de noche por temor a su familia y a la gente del pueblo. (Jueces 6, 27)

  • Pero ahora tu reino no se mantendrá. Yavé se ha buscado un hombre a su gusto para hacerlo rey de su pueblo, ya que tú no has cumplido lo que él te había ordenado.» (1 Samuel 13, 14)

  • David hizo como Yavé le había ordenado, y persiguió a los filisteos desde Gabaón hasta la entrada de Guezer. (2 Samuel 5, 25)

  • Partió el mensajero y a su llegada comunicó a David todo lo que Joab le había ordenado. (2 Samuel 11, 22)

  • Los servidores de Absalón trataron a Amnón tal como aquél se lo había ordenado. Al ver esto, todos los hijos del rey se levantaron de la mesa, montaron cada uno en su mula y huyeron. (2 Samuel 13, 29)

  • El rey dijo: «Habla.» Y ella prosiguió: «Tú mismo, al dictar esta sentencia, te declaras culpable por haber ordenado que no vuelva más el que ha huido. (2 Samuel 14, 13)

  • Todos juntos fueron sepultados en tierra de Benjamín, en Selá, en el sepulcro de Quis, padre de Saúl. Se hizo todo lo que el rey había ordenado, y después de esto Dios tuvo piedad del país. (2 Samuel 21, 14)

  • Entonces Yavé dijo a Salomón: «No has guardado mi Alianza, ni los preceptos que te había ordenado. Por esto te quitaré una parte de tu reino y se la daré a un servidor tuyo. (1 Reyes 11, 11)

  • Tomarás agua del torrente y, en cuanto al alimento, he ordenado a los cuervos que te lo den allí.» (1 Reyes 17, 4)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina