Löydetty 931 Tulokset: oro

  • Los mercaderes de Cheba y de Rama te traían bálsamos finos, piedras preciosas y oro. (Ezequiel 27, 22)

  • Tienes inteligencia, has sabido actuar y te ha llegado la riqueza: el oro y la plata han repletado tus cofres. (Ezequiel 28, 4)

  • Vivías en el Edén, en el jardín de Dios,sobre ti sólo había piedras preciosas:cornalina, topacio y diamante,crisólito, onix y jaspe, zafiro, malaquita, esmeralda,con aros, pendientes labradas en oro,desde el día en que fuiste creado. (Ezequiel 28, 13)

  • De tantas riquezas y ganancias deshonestas, profanaste el lugar sagrado;hice brotar fuego de ti que te devoró;no dejé de ti más que cenizas por el suelo,en presencia de los que te miraban. (Ezequiel 28, 18)

  • Entonces Cheba, Dedán, los comerciantes de Tarsis y todos los demás te dirán: "¿Así que reuniste tu ejército para hacerte de un botín y recoger los despojos? ¿No quieres oro y plata a cambio de los numerosos rebaños y tesoros que has capturado?" (Ezequiel 38, 13)

  • Comerán la carne de los guerreros, beberán la sangre de los jefes de la tierra: ¡hay muchos carneros, corderos, chivos y toros gordos de Basán! (Ezequiel 39, 18)

  • Luego tomarás al toro y lo quemarás en una dependencia de la Casa, fuera del Templo. (Ezequiel 43, 21)

  • Ese día el príncipe ofrecerá un toro como sacrificio por el pecado, por él y por todo el pueblo. (Ezequiel 45, 22)

  • Durante los siete días de la fiesta se ofrecerán cada día a Yavé siete toros y siete carneros en holocausto, y cada día un chivo como sacrificio por el pecado. (Ezequiel 45, 23)

  • Presentarán como ofrenda una medida de harina por cada toro y otra por cada carnero, con un sexto de medida de aceite. (Ezequiel 45, 24)

  • El Señor entregó en sus manos a Joaquín y gran parte de los vasos del templo de Dios y los trasladó a tierra de Senaar a la casa de sus dioses y los puso en el tesoro de sus dioses. (Daniel 1, 2)

  • La cabeza de esta estatua era de oro puro, el pecho y los brazos de plata, las caderas y el vientre de bronce, (Daniel 2, 32)


“Se quisermos colher é necessário não só semear, mas espalhar as sementes num bom campo. Quando as sementes se tornarem plantas, devemos cuidá-las para que as novas plantas não sejam sufocadas pelas ervas daninhas.” São Padre Pio de Pietrelcina