Löydetty 193 Tulokset: piedras preciosas

  • Las flechas del arco no lo hacen huir, recibe como paja las piedras de la honda. (Job 41, 20)

  • tus siervos se encariñan con sus piedras y sienten pena al ver sus escombros. (Salmos 102, 15)

  • Ni siquiera les tiraron piedras, ni intentaron cerrarles la entrada de su refugio. (1 Macabeos 2, 36)

  • para que purificaran el Templo y llevaran las piedras del abominable altar de los paganos a un lugar inmundo. (1 Macabeos 4, 43)

  • Depositaron las piedras de dicho altar en el cerro del Templo, en lugar conveniente, hasta que surgiera un profeta que diera respuesta sobre el caso. (1 Macabeos 4, 46)

  • Luego tomaron piedras sin labrar, conforme señala la Ley, y levantaron un nuevo altar semejante al anterior. (1 Macabeos 4, 47)

  • Pero los habitantes les negaron el paso y bloquearon las entradas con piedras. (1 Macabeos 5, 47)

  • Ordenó a los constructores que edificaran las murallas y la fortificación del monte Sión con piedras labradas. Y así lo hicieron. (1 Macabeos 10, 11)

  • Pues bien, tú no podrás resistir a tanta caballería ni a un ejército tan numeroso en una llanura donde no hay piedras ni rocas para refugiarse.» (1 Macabeos 10, 73)

  • Nehemías mandó derramar el líquido sobrante sobre unas grandes piedras. (2 Macabeos 1, 31)

  • Allí Jeremías encontró una caverna; metió en ella el Arca, el toldo que la cubría y el altar del incienso y luego tapó la entrada con piedras. (2 Macabeos 2, 5)

  • Atacado, pues, por la gente de Lisímaco, el pueblo reaccionó con piedras y palos, e incluso recogían puñados de ceniza que allí había, arrojándola contra los hombres de Lisímaco. (2 Macabeos 4, 41)


“Invoquemos sempre o auxílio de Nossa Senhora.” São Padre Pio de Pietrelcina