Löydetty 260 Tulokset: profeta Natán
Mientras él le hablaba, Amasías lo interrumpió: «¿Acaso te hemos hecho consejero del rey? ¡Cállate!, no sea que yo dé la orden de matarte.» Entonces el profeta terminó con estas palabras: «Ya veo que Dios ha determinado destruirte, porque después de actuar así no quieres escuchar mis advertencias.» (2 Crónicas 25, 16)
El resto de los hechos de Ozías, del comienzo al fin, los escribió el profeta Isaías, hijo de Amís. (2 Crónicas 26, 22)
Había allí un profeta de Yavé, llamado Obred, que salió al encuentro del ejército que volvía a Samaria y les dijo: «Miren que Yavé, el Dios de sus padres, estaba irritado contra la gente de Judá y por esto los ha entregado en manos de ustedes. Pero ustedes los han matado con una crueldad increíble. (2 Crónicas 28, 9)
Luego apostó en la Casa de Yavé a los levitas con címbalos, salterios y cítaras, según las disposiciones de David, de Gad, vidente del rey, y de Natán, profeta, pues Yavé da sus mandamientos por medio de sus profetas. (2 Crónicas 29, 25)
En esta situación, el rey Ezequías y el profeta Isaías, hijo de Amós, oraron y clamaron al cielo. (2 Crónicas 32, 20)
Lo demás referente a Ezequías y sus obras piadosas está escrito en las visiones del profeta Isaías, hijo de Amós, y en el libro de los Reyes de Judá y de Israel. (2 Crónicas 32, 32)
No se había celebrado Pascua como ésta en Israel desde los días del profeta Samuel y ningún rey de Israel celebró una Pascua como la que celebraron Josías, los sacerdotes y los levitas, todo Judá e Israel, que allí se hallaban presentes, y los habitantes de Jerusalén. (2 Crónicas 35, 18)
Hizo el mal a los ojos de Yavé, su Dios, y no se humilló ante el profeta Jeremías que le hablaba en nombre de Yavé. (2 Crónicas 36, 12)
y los dirigentes de los judíos continuaron reconstruyendo con éxito, según lo dicho por el profeta Ageo, y Zacarías, hijo de Idó; y dieron término a la obra, según la orden del Dios de Israel y los decretos de Ciro y Darío. (Esdras 6, 14)
Entonces llamé a los jefes Eliecer, Ariel, Semaías, Yarib, Elnatán, Natán, Zacarías y Mesulam, los jefes, y a los instructores Yoyarib y Elnatán. (Esdras 8, 16)
Selemías, Natán y Adaías; (Esdras 10, 39)
muy triste, acordándome de las palabras que el profeta Amós dijo contra Betel: «Sus fiestas se convertirán en duelo, y sus canciones en llanto.» (Tobías 2, 6)