Löydetty 88 Tulokset: quería
Después siguieron ofreciendo el sacrificio perpetuo y los sacrificios de los sábados, de las lunas nuevas, y todas las solemnidades de Yavé, además de lo que cada uno voluntariamente quería ofrecer a Yavé. (Esdras 3, 5)
Quería presentarles la riqueza de su corte real y el esplendor de su grandeza extraordinaria, y esto no por uno o dos días, sino durante ciento ochenta días. (Ester 1, 4)
Cuando Mardoqueo despertó, entendió que Dios con ese sueño quería mostrarle algo. Anduvo todo el día pensando en lo que había soñado, tratando de una forma u otra de saber qué querría decir. (Ester 11, 11)
Pero había un hombre que quería vengarse de Mardoqueo por el asunto de los dos guardias del rey; era un tal Amán, hijo de Hamedata, descendiente de Agag, favorito del rey. (Ester 12, 6)
Pero ahora sóolo tengo por pan todo lo que no quería tocar. (Job 6, 7)
Aparté mis pasos de todo mal camino, pues quería ser fiel a tu palabra. (Salmos 119, 101)
El rey daba ese líquido a quienes quería favorecer, y ellos se lo retribuían con regalos. (2 Macabeos 1, 35)
Y el desdichado oraba a Dios, cuando éste ya no quería compadecerse de él. Había marchado a Jerusalén para arrasarla y convertirla en un cementerio. (2 Macabeos 9, 13)
Dositeo, jinete de las tropas de Bacenor, hombre muy valiente, agarró a Gorgias por su capa y lo traía con fuerza porque quería capturar vivo a aquel criminal; pero un jinete tracio se echó sobre él y le partió el hombro, así que Gorgias pudo huir hacia Marisá. (2 Macabeos 12, 35)
Pues en mi búsqueda de la sabiduría me había entregado a los placeres del vino. Quería vivir la experiencia de la locura, para saber al fin lo que conviene a los hombres que hagan bajo el cielo, durante los contados días de su vida. (Eclesiastés (Qohelet) 2, 3)
Unas veces las llamas besaban para no quemarlos a los animales que habían sido enviados contra los impíos: así comprenderían que Dios quería castigarlos; (Sabiduría 16, 18)
Ese alimento demostraba tu ternura por tus hijos, ya que respondía a los deseos del que lo comía y se transformaba en lo que quería cada uno. (Sabiduría 16, 21)