Löydetty 391 Tulokset: reyes amorreos

  • Samuel dio a conocer al pueblo los derechos y deberes de los reyes y los escribió en un libro que guardó delante de Yavé. (1 Samuel 10, 25)

  • Cuando Saúl se sintió seguro en el trono de Israel, comenzó a combatir con todos los enemigos que tenía a la redonda: con Moab, los amonitas, Edom, Bet-Rejob, los reyes de Sobá y los filisteos; y en cualquier parte que peleaba resultaba vencedor. (1 Samuel 14, 47)

  • Aquel mismo día, Aquís le dio Siquelag; por esto la ciudad de Siquelag pertenece hasta el día de hoy a los reyes de Judá. (1 Samuel 27, 6)

  • Todos estos reyes que seguían a Hadade zer hicieron la paz con los israelitas a conse cuencia de su derrota y quedaron sometidos. Y, en adelante, los arameos no se atrevieron ya más a venir en ayuda de los amonitas. (2 Samuel 10, 19)

  • Al año siguiente, en el tiempo en que los reyes sa len a campaña, David mandó a Joab con la guardia y todo el ejército. Derro taron a los amonitas y sitiaron la ciudad de Rabbá, mientras que él se quedó en Jerusalén. (2 Samuel 11, 1)

  • (Los gabaonitas no pertenecían al pueblo de Israel, sino que eran descendientes de los amorreos. Habían hecho alianza con los israelitas y a pesar de ello, Saúl, en cierta ocasión, quiso exterminarlos, pensando hacer algo bueno para Israel y Judá.) (2 Samuel 21, 2)

  • Guebar, hijo de Urí, en la tierra de Galaad, el país de Sijón, rey de los amorreos, y de Og, rey de Basán. Un gobernador estaba a cargo de la provincia de Judá. (1 Reyes 4, 19)

  • Es que Salomón mandaba, desde Tifsaj hasta Gaza, a todos los reyes al occidente del río Eufrates. Tuvo paz en todas sus fronteras. (1 Reyes 4, 24)

  • Venían de todos los pueblos para oír la sabiduría de Salomón, y todos los reyes que tuvieron noticia de su sabiduría le enviaron mensajeros. (1 Reyes 4, 34)

  • A toda la gente que había quedado de los amorreos, de los heteos, de los fereceos, de los jeveos, de los jebuseos, que no eran israelitas, (1 Reyes 9, 20)

  • sin contar las tasas y contribuciones de los mercaderes, de los comerciantes y de todos los reyes extranjeros de Arabia y de los gobernadores de todo el país. (1 Reyes 10, 15)

  • El rey Salomón sobrepasó en riqueza y sabiduría a todos los reyes de la tierra. (1 Reyes 10, 23)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina