Löydetty 12 Tulokset: sacaste

  • Pero luego me dijo: «Vete, baja a toda prisa porque tu pueblo que tú sacaste de Egipto se ha corrompido; han abandonado bien pronto el camino que yo les enseñé y se han hecho un ídolo de metal.» (Deuteronomio 9, 12)

  • Supliqué a Yavé y le dije: «Ah, Señor Dios, no destruyas a ese pueblo que es tu propio pueblo, y que te ganaste con tu poderío, a los que sacaste de Egipto con mano firme. (Deuteronomio 9, 26)

  • De otra manera dirían en el país de donde los sacaste: «Yavé no fue capaz de llevarlos a la tierra que les había prometido; le dieron tanto asco que, después de sacarlos de Egipto, los hizo morir en el desierto.» (Deuteronomio 9, 28)

  • Ellos son tu pueblo y tu pertenencia, a los que sacaste de Egipto con mano firme y a fuerza de golpes. (Deuteronomio 9, 29)

  • porque son tu pueblo y tu heredad, los que sacaste de Egipto, de en medio del horno de hierro. (1 Reyes 8, 51)

  • Porque tú los separaste para que fueran tu herencia entre todos los pueblos de la tierra, como dijiste por boca de Moisés, tu siervo, cuando sacaste a nuestros padres de Egipto.» (1 Reyes 8, 53)

  • Tú, Yavé, eres el Dios que elegiste a Abraham, lo sacaste de Ur, de Caldea, y le diste el nombre de Abraham. (Nehemías 9, 7)

  • ¿Por qué me sacaste del seno materno? Habría muerto y ningún ojo me habría visto. (Job 10, 18)

  • porque me sacaste de la muerte; no dejaste que diera un paso en falso. En presencia de Dios seguiré caminando a la luz de los vivos. (Salmos 56, 14)

  • Tú sacaste a tu pueblo Israel de Egipto, en medio de milagros y prodigios, actuando con mano firme y dando grandes golpes, provocando un gran terror. (Jeremías 32, 21)

  • Y ahora, Señor, Dios de Israel, tú que sacaste a tu pueblo de Egipto con firme mano, con señales y milagros, con gran poderío y brazo fuerte, haciendo así famoso tu Nombre hasta el día de hoy, (Baruc 2, 11)

  • Y ahora, Señor, Dios nuestro, que con mano poderosa sacaste a tu pueblo de Egipto y te ganaste una fama que dura hasta el presente, nosotros hemos pecado, hemos sido malos. (Daniel 9, 15)


“Não sejamos mesquinhos com Deus que tanto nos enriquece.” São Padre Pio de Pietrelcina