Löydetty 3575 Tulokset: sal

  • sepan que el que aparta a un pecador de su mal camino, salva un alma de la muerte y hace olvidar muchos pecados. (Carta de Santiago 5, 20)

  • Y los protege el poder de Dios, por medio de la fe, con miras a la salvación que nos tiene preparada para los últimos tiempos. (1º Carta de Pedro 1, 5)

  • al tener ya ahora eso mismo que pretende la fe, la salvación de sus almas. (1º Carta de Pedro 1, 9)

  • El que de veras quiera gozar la vida y vivir días felices, guarde su lengua del mal y que de su boca no salgan palabras engañosas. (1º Carta de Pedro 3, 10)

  • me refiero a esas personas que se negaron a creer en tiempo de Noé, cuando se iba acabando la paciencia de Dios y Noé ya estaba construyendo el arca. Pero algunas personas, ocho en total, entraron al arca y se salvaron a través del agua. (1º Carta de Pedro 3, 20)

  • Ustedes reconocen en esto la figura del bautismo que ahora los salva; no esperaban de él una limpieza corporal, sino que pidieron a Dios una renovación interior por medio de la resurrección de Cristo Jesús. (1º Carta de Pedro 3, 21)

  • Si el justo se salva a duras penas, ¿dónde se presentarán el pecador y el impío? (1º Carta de Pedro 4, 18)

  • Los saluda la comunidad que Dios ha congregado en Babilonia; también los saluda mi hijo Marcos. (1º Carta de Pedro 5, 13)

  • Salúdense unos a otros con el beso fraterno. Paz a todos ustedes, que están en Cristo. (1º Carta de Pedro 5, 14)

  • Carta de Simeón Pedro, servidor y apóstol de Cristo Jesús, a todos aquellos que tuvieron la suerte, como la tuvimos nosotros, de recibir una fe tan preciosa y de ser renovados por nuestro Dios y Salvador Jesucristo. (2º Carta de Pedro 1, 1)

  • y se les facilitará generosamente la entrada al reino eterno de nuestro Señor y Salvador, Cristo Jesús. (2º Carta de Pedro 1, 11)

  • Pero en cambio salvó a Lot, hombre recto que se sentía profundamente afligido por la conducta desenfrenada de aquella gente viciosa. (2º Carta de Pedro 2, 7)


“O amor tudo esquece, tudo perdoa, sem reservas.” São Padre Pio de Pietrelcina