Löydetty 47 Tulokset: salud

  • ¿No hay, acaso, bálsamo en Galaad ni queda allí ningún médico? ¿Cómo es, pues, que no mejora la salud de la hija de mi pueblo? (Jeremías 8, 22)

  • ¿Quién tendrá compasión de ti, Jerusalén? ¿Quién te consolará? ¿Quién se detendrá para preguntar por tu salud? (Jeremías 15, 5)

  • ¡Devuélveme la salud, Yavé, y quedaré sano! ¡Sálvame y estaré a salvo! Pues mi esperanza eres tú. (Jeremías 17, 14)

  • Yo, sin embargo, me apresuraré a que se restablezcan y mejoren; les devolveré la salud y les haré gozar de mucha paz y seguridad. (Jeremías 33, 6)

  • rueguen por la vida de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y por la vida de Baltasar, su hijo, para que en todo tengan éxito. Así el Señor nos concederá a nosotros fortaleza y salud, (Baruc 1, 11)

  • Todo ser viviente, todo lo que se mueva por donde pase el torrente se llenará de vida; la pesca será allí muy abundante. Bastará con que lleguen sus aguas para que haya salud y vida por donde ellas pasen. (Ezequiel 47, 9)

  • Pero, en cambio, para ustedes que respetan mi Nombre, brillará el sol de justicia, que traerá en sus rayos la salud; ustedes saldrán saltando como terneros cebados. (Malaquías 3, 20)

  • Después los envió a anunciar el Reino de Dios y devolver la salud a las personas. (Evangelio según San Lucas 9, 2)

  • Pero la gente lo supo y partieron tras él. Jesús los acogió y volvió a hablarles del Reino de Dios mientras devolvía la salud a los que necesitaban ser atendidos. (Evangelio según San Lucas 9, 11)

  • Los discípulos le dijeron: «Señor, si duerme, recuperará la salud.» (Evangelio según San Juan 11, 12)

  • Muy querido amigo, sabiendo que tu alma va por el buen camino, te deseo que goces de buena salud y que todos tus caminos te den satisfacción. (3º Carta de Juan 1, 2)


“Se você não entrega seu coração a Deus, o que lhe entrega?” “Você deve seguir outra estrada. Tire de seu coração todas as paixões deste mundo, humilhe-se na poeira e reze! Dessa forma, certamente você encontrará Deus, que lhe dará paz e serenidade nesta vida e a eterna beatitude na próxima.” São Padre Pio de Pietrelcina