Löydetty 134 Tulokset: sombra de tus alas

  • Los sacerdotes llevaron el Arca de la Alianza de Yavé a su sitio en el Santuario, el Lugar Santísimo, bajo las alas de los querubines. (1 Reyes 8, 6)

  • Pues los querubines extendían sus alas y formaban como un toldo encima del Arca y sus barras. (1 Reyes 8, 7)

  • Isaías respondió: «Esta será para ti, de parte de Yavé, la señal de que Yavé hará lo que ha dicho: ¿Quieres que la sombra del segundo piso avance diez grados o que los retroceda?» (2 Reyes 20, 9)

  • Ezequías dijo: «Es fácil para la sombra extenderse diez grados, pero sería estupendo que la sombra retroceda diez grados.» (2 Reyes 20, 10)

  • El profeta Isaías invocó a Yavé, y Yavé hizo retroceder la sombra línea por línea, en los diez grados que ya había subido. (2 Reyes 20, 11)

  • Asimismo el modelo del carro, con los querubines que extienden las alas y cubren el Arca de la Alianza de Yavé. (1 Crónicas 28, 18)

  • Las alas de los querubines se extendían por todo el largo, es decir, veinte codos. Cada ala tenía cinco codos; una tocaba la pared de la sala; la otra tocaba el ala del otro querubín. (2 Crónicas 3, 11)

  • Las alas desplegadas de estos querubines medían veinte codos. Estaban de pie, y con sus caras vueltas hacia la Casa. (2 Crónicas 3, 13)

  • Los sacerdotes introdujeron el Arca de la Alianza de Yavé a su lugar, al Santuario de la Casa, al Lugar Santísimo, bajo las alas de los querubines. (2 Crónicas 5, 7)

  • Pues los querubines extendían las alas por encima del Arca, cubriendo el Arca y sus varas por encima. (2 Crónicas 5, 8)

  • Así que ordené que cuando la sombra cubriera las puertas de Jerusalén, la víspera del sábado, se cerraran las puertas y no se abrieran hasta después del sábado. Puse, además, junto a las puertas a algunos de mis hombres para que no entrara carga alguna en día sábado. (Nehemías 13, 19)

  • Nosotros somos de ayer, no sabemos nada, pues en la tierra pasamos como una sombra. (Job 8, 9)


“De todos os que vierem pedir meu auxílio, nunca perderei nenhum!” São Padre Pio de Pietrelcina