Löydetty 43 Tulokset: talentos

  • El total de oro empleado en el trabajo, en todo el trabajo del Santuario, el oro que ofreció el pueblo, fue de veintinueve talentos y setecientos treinta siclos, en siclos del Santuario; (Exodo 38, 24)

  • la plata entregada por los hombres incluidos en el censo de la comunidad fue de cien talentos y mil setecientos sesenta y cinco siclos, según el peso del Santuario. (Exodo 38, 25)

  • Los cien talentos de plata se emplearon en fundir las basas del Santuario y las basas de las columnas que sostenían el velo; cien basas correspondientes a los cien talentos, un talento por basa. (Exodo 38, 27)

  • El bronce que ofrecieron fue de setenta talentos y dos mil cuatrocientos siclos. (Exodo 38, 29)

  • Hiram había mandado al rey ciento veinte talentos de oro. (1 Reyes 9, 14)

  • Llegaron a Ofir y trajeron de allí cuatrocientos talentos de oro, que llevaron al rey Salomón. (1 Reyes 9, 28)

  • Luego ofreció al rey ciento veinte talentos de oro, perfumes y joyas en gran cantidad. Nunca había llegado tanta cantidad de perfumes como los que regaló la reina de Saba a Salomón. (1 Reyes 10, 10)

  • Luego compró a Semer el cerro de Samaria por dos talentos de plata. Construyó sobre el cerro y llamó Samaria a esta ciudad, del nombre de Semer, al que había pertenecido el cerro. (1 Reyes 16, 24)

  • Naamán le dijo: «Dígnate aceptar dos talentos de plata.» Insistió en que los aceptara y metió dos talentos de plata con dos trajes nuevos en dos sacos y se los entregó a dos de sus criados, que los llevaron delante de Guejazí. (2 Reyes 5, 23)

  • En su tiempo, Pul, rey de Asur, invadió la tierra de Israel, y Menajem tuvo que darle mil talentos de plata para que el rey de Asur lo recibiera como aliado y lo mantuviera en el poder. (2 Reyes 15, 19)

  • Ezequías, rey de Judá, mandó decir a Senaquerib, que se hallaba en Laquis: «He actuado mal, deja de atacarme y haré lo que tú me digas.» El rey de Asur impuso a Ezequías una contribución de trescientos talentos de plata y treinta de oro. (2 Reyes 18, 14)

  • El faraón Necao encadenó a Joacaz en Riblá, en el país de Jamat, porque no quería verlo reinar en Jerusalén. Luego impuso al país una contribución de cien talentos de plata y diez de oro. (2 Reyes 23, 33)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina