Löydetty 365 Tulokset: tomó

  • Porque tomó el camino recto y convirtió al pueblo: él suprimió los ídolos abominables que eran el origen del pecado. (Sirácides (Eclesiástico) 49, 2)

  • Esta es la advertencia que me dirigió Yavé en el momento en que me tomó de su mano y me mandó que no siguiera el camino de este pueblo. Estas fueron sus palabras: (Isaías 8, 11)

  • El ha sorteado la parte que le tocaba a cada uno y con sus mismas manos tomó la lienza para repartirles el país. Serán sus dueños para siempre y allí vivirán ellos y sus descendientes. (Isaías 34, 17)

  • Ezequías tomó la carta que traían los embajadores y la leyó. En seguida subió al Templo de Yavé y la desenrolló delante de Yavé. (Isaías 37, 14)

  • ¿Quién cerró su mano sobre el agua del mar, o tomó las dimensiones del cielo? ¿Quién recogió todas las arenas del globo, o pesó las montañas en una romana y los cerros en una balanza? (Isaías 40, 12)

  • Yo, Yavé, soy tu Dios; te tomo de la mano y te digo: No temas, que yo vengo a ayudarte. (Isaías 41, 13)

  • Entonces el profeta Ananías tomó el yugo que el profeta Jeremías llevaba sobre el cuello y lo rompió; (Jeremías 28, 10)

  • Ustedes, sin embargo, se convirtieron hace poco e hicieron según mi deseo, proclamando la libertad de sus hermanos. Ese compromiso se tomó en mi presencia, en la casa que mi Nombre ha santificado. (Jeremías 34, 15)

  • Esos hombres que firmaron el acuerdo y que después violaron el acuerdo que se tomó en mi presencia, - todos esos tendrán una suerte parecida a la del ternero que partieron para luego pasar entre sus pedazos. (Jeremías 34, 18)

  • Entonces los ministros enviaron a Judí, hijo de Natanías, a decir a Baruc: «Toma el rollo que has leído y ven.» Baruc tomó el libro y fue donde ellos. (Jeremías 36, 14)

  • Tomó, pues, Jeremías otro papel enrollado y se lo entregó a Baruc hijo de Nerías, el secretario, y le dictó para que anotara todas las cosas que contenía el libro quemado por Joaquim, rey de Judá. Y añadió, además, muchas otras cosas del mismo estilo. (Jeremías 36, 32)

  • Abdemalec consiguió los hombres, volviendo con ellos al palacio del rey. Ahí, del ropero de la sala del tesoro, tomó trapos y ropas gastadas, y por medio de sogas los pasó a Jeremías, diciéndole: (Jeremías 38, 11)


“Os talentos de que fala o Evangelho são os cinco sentidos, a inteligência e a vontade. Quem tem mais talentos, tem maior dever de usá-los para o bem dos outros.” São Padre Pio de Pietrelcina