Löydetty 136 Tulokset: viento

  • Pero la arrancaron con rabia y la echaron al suelo, el viento del este secó sus racimos que se cayeron. (La rama vigorosa se secó, el fuego la devoró.) (Ezequiel 19, 12)

  • tus remeros te llevaron a alta mar, y luego, en medio del mar, el viento del este te hizo volcar. (Ezequiel 27, 26)

  • Entonces todo a la vez quedó como polvo, el hierro, la loza, el bronce, la plata y el oro, como capotillo de la cosecha, y el viento se lo llevó sin que quedara rastro. (Daniel 2, 35)

  • Se lo llevará el viento en sus alas, y no habrán ganado nada con sus sacrificios. (Oseas 4, 18)

  • Efraím vive de ilusiones y corre todo el día tras el viento de oriente. Multiplica las mentiras y las violencias, hace alianza con Asiria mientras se pone bien con Egipto. (Oseas 12, 2)

  • Por eso serán como neblina matinal, como el rocío que pronto se seca, como paja barrida por el viento, como el humo que escapa por la ventana. (Oseas 13, 3)

  • Efraím creció más que sus hermanos, pero sobre él pasará el viento del este, el soplo de Yavé subirá del desierto; se secarán sus vertientes y se agotará su manantial; consumirá su tierra y todas sus riquezas. (Oseas 13, 15)

  • Porque ahí viene el que forma los montes y crea el viento, el que enseña al hombre la manera de reflexionar, el que hace de las tinieblas aurora y cabalga por las alturas de la tierra; Yavé, Dios de los Ejércitos, es su nombre. (Amós 4, 13)

  • Pero Yavé envió un fuerte viento sobre el mar, causando una tempestad tan grande que el barco amenazaba hundirse. (Jonás 1, 4)

  • Al salir el sol, Yavé hizo soplar viento caliente desde el este. El sol acaloró tanto a Jonás que éste se desmayó. Se deseó la muerte y dijo: «Mejor es morir que vivir.» (Jonás 4, 8)

  • ¡Y así pasa y se va como el viento...! ¡Su fuerza es su dios! (Habacuc 1, 11)

  • para que puedan ser desparramados como un montón de paja por el viento cuando se precipite sobre ustedes el furor de Yavé, cuando llegue sobre ustedes el día de su enojo! (Sofonías 2, 2)


“Que Maria seja toda a razão da sua existência e o guie ao porto seguro da eterna salvação. Que Ela lhe sirva de doce modelo e inspiração na virtude da santa humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina