Löydetty 296 Tulokset: voz
Al oírla el ángel me ordenó: «Anúncialo a viva voz: Esto es lo que dice Yavé de los Ejércitos: Mi amor por Jerusalén y por Sión es tan grande que llega a ser celoso; (Zacarías 1, 14)
Es a Juan a quien se refería el profeta Isaías cuando decía: Una voz grita en el desierto: Preparen un camino al Señor; hagan sus senderos rectos. (Evangelio según San Mateo 3, 3)
Al mismo tiempo se oyó una voz del cielo que decía: «Este es mi Hijo, el Amado; éste es mi Elegido.» (Evangelio según San Mateo 3, 17)
No discutirá, ni gritará, ni se oirá su voz en las plazas. (Evangelio según San Mateo 12, 19)
Estaba Pedro todavía hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y una voz que salía de la nube dijo: «¡Este es mi Hijo, el Amado; éste es mi Elegido, escúchenlo!» (Evangelio según San Mateo 17, 5)
Al oír la voz, los discípulos se echaron al suelo, llenos de miedo. (Evangelio según San Mateo 17, 6)
y a esa hora Jesús gritó con voz potente: «Eloí, Eloí, lammá sabactani», que quiere decir: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» (Evangelio según San Marcos 15, 34)
y exclamó en alta voz: «¡Bendita tú eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! (Evangelio según San Lucas 1, 42)
el Espíritu Santo bajó sobre él y se manifestó exteriormente en forma de paloma, y del cielo vino una voz: «Tú eres mi Hijo, hoy te he dado a la vida.» (Evangelio según San Lucas 3, 22)
Los demás se lamentaban y lloraban en voz alta, pero Jesús les dijo: «No lloren; la niña no está muerta, sino dormida.» (Evangelio según San Lucas 8, 52)
Pero de la nube llegó una voz que decía: «Este es mi Hijo, mi Elegido; escúchenlo.» (Evangelio según San Lucas 9, 35)
Mientras Jesús estaba hablando, una mujer levantó la voz de entre la multitud y le dijo: «¡Feliz la que te dio a luz y te crió!» (Evangelio según San Lucas 11, 27)