Löydetty 279 Tulokset: Abraham y Sara

  • Así los hizo partir contentos. Al despedirse de Tobías, le dijo: "¡Salud, hijo mío, y buen viaje! ¡Que el Señor del Cielo los guíe, a ti y a tu esposa Sara, y que yo pueda ver a sus hijos antes de morir!". (Tobías 10, 11)

  • A su hija Sara le dijo: "Ve a la casa de tu suegro. Desde ahora ellos son tus padres, como los que te hemos dado la vida. Vete en paz, hija mía. ¡Ojalá toda mi vida pueda oír buenas noticias tuyas!". Y después de abrazarlos, los dejó partir. (Tobías 10, 12)

  • Edna, por su parte, dijo a Tobías: "Hijo y hermano muy querido, quiera el Señor que vuelvas, y que yo tenga vida para ver a tus hijos y a los de mi hija Sara antes de morir. En presencia del Señor, te confío a mi hija para que la cuides. No la entristezcas ni un solo día de tu vida. Vete en paz, hijo mío. De ahora en adelante, yo soy tu madre y Sara es tu hermana. ¡Ojalá pudiéramos ser igualmente felices todos los días de nuestra vida!". Luego besó a los dos y los dejó; partir llenos de alegría. (Tobías 10, 13)

  • Porque él me había herido, pero tuvo compasión de mí, y ahora veo a mi hijo Tobías". Tobías entró en la casa, lleno de gozo y bendiciendo a Dios en alta voz. Luego informó a su padre sobre el buen resultado del viaje: le contó cómo había recuperado el dinero y cómo se había casado con Sara, hija de Ragüel. Y añadió: "Llegará de un momento a otro, porque está a las puertas de Nínive". (Tobías 11, 15)

  • Después se acercó a Sara, la esposa de su hijo Tobías, y la bendijo, diciendo: "¡Bienvenida, hija mía! ¡Bendito sea Dios, que te trajo hasta nosotros! ¡Bendito sea tu padre, bendito sea mi hijo Tobías, y bendita seas tú, hija mía! ¡Entra en tu casa con gozo y bendición!". (Tobías 11, 17)

  • Cuando tú y Sara hacían oración, era yo el que presentaba el memorial de sus peticiones delante de la gloria del Señor; y lo mismo cuando tú enterrabas a los muertos. (Tobías 12, 12)

  • Pero Dios también me envió para curarte a ti y a tu nuera Sara. (Tobías 12, 14)

  • Y ellos bendecirán al Dios de los siglos, practicando la justicia. Todos los israelitas que se hayan salvado en aquellos días se acordarán sinceramente de Dios e irán a reunirse en Jerusalén; habitarán seguros en la tierra de Abraham y la recibirán para siempre. Se alegrarán los que aman verdaderamente a Dios, y desaparecerán de la tierra los que cometen el pecado y la injusticia. (Tobías 14, 7)

  • Recuerden todo lo que hizo con Abraham y en qué forma probó a Isaac, y todo lo que le sucedió a Jacob en Mesopotamia de Siria, cuando apacentaba las ovejas de Labán, hermano de su madre: (Judit 8, 26)

  • Y ahora, Señor, Dios y Rey, Dios de Abraham, perdónale la vida a tu pueblo, porque están mirando cómo destruirnos y ansían exterminar la herencia que ha sido tuya desde siempre. (Ester 13, 15)

  • Tu servidora no encontró la felicidad desde que cambió de condición hasta el presente, a no ser junto a ti, Señor, Dios de Abraham. (Ester 14, 18)

  • Los nobles de los pueblos se reúnen con el pueblo del Dios de Abraham: del Señor son los poderosos de la tierra, y él se ha elevado inmensamente. (Salmos 47, 10)


“Um dia você verá surgir o infalível triunfo da justiça Divina sobre a injustiça humana”. São Padre Pio de Pietrelcina