Löydetty 241 Tulokset: Abraham

  • fíjense en su padre Abraham y en Sara, que los dio a luz: cuando él era uno solo, yo lo llamé, lo bendije y lo multipliqué. (Isaías 51, 2)

  • Porque tú eres nuestro padre, porque Abraham no nos conoce ni Israel se acuerda de nosotros. ¡Tú, Señor, eres nuestro padre, "nuestro Redentor" es tu Nombre desde siempre! (Isaías 63, 16)

  • entonces también rechazaré a la descendencia de Jacob y de David, mi servidor, no tomando de ella jefes para el linaje de Abraham, de Isaac y de Jacob. Pero no, yo cambiaré su suerte y me compadeceré de ellos. (Jeremías 33, 26)

  • Entonces los haré volver a la tierra que juré dar a sus padres, a Abraham, a Isaac y a Jacob, y se adueñarán de ella. Los multiplicaré y ya no disminuirán. (Baruc 2, 34)

  • Hijo de hombre, los que habitan en esas ruinas, en la tierra de Israel, andan diciendo: "Abraham, que era uno solo, recibió esta tierra en posesión. Nosotros somos muchos, y se nos ha dado esta tierra en posesión". (Ezequiel 33, 24)

  • no apartes tu misericordia de nosotros, por amor a Abraham, tu amigo, a Isaac, tu servidor, y a Israel, tu santo, (Daniel 3, 35)

  • Manifestarás tu lealtad a Jacob y tu fidelidad a Abraham, como lo juraste a nuestros padres desde los tiempos remotos. (Miqueas 7, 20)

  • Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: (Mateo 1, 1)

  • Abraham fue padre de Isaac; Isaac, padre de Jacob; Jacob, padre de Judá y de sus hermanos. (Mateo 1, 2)

  • El total de las generaciones es, por lo tanto: desde Abraham hasta David, catorce generaciones; desde David hasta el destierro en Babilonia, catorce generaciones; desde el destierro en Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones. (Mateo 1, 17)

  • y no se contenten con decir: "Tenemos por padre a Abraham". Porque yo les digo que de estas piedras Dios puede hacer surgir hijos de Abraham. (Mateo 3, 9)

  • Por eso les digo que muchos vendrán de Oriente y de Occidente, y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob, en el Reino de los Cielos; (Mateo 8, 11)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina