Löydetty 482 Tulokset: Aceite Santo
y librará a aquel de las manos de este. Luego la comunidad lo hará volver a la ciudad de refugio, adonde había huido, y él permanecerá allí hasta la muerte del Sumo Sacerdote que ha sido ungido con el óleo santo. (Números 35, 25)
Él te amará, te bendecirá y te multiplicará. Bendecirá el fruto de tu seno, el fruto de tu suelo -tu trigo, tu vino y tu aceite- y las crías de tus ganados y rebaños, en la tierra que él te dará, porque así lo juró a tus padres. (Deuteronomio 7, 13)
una tierra de trigo y cebada, de viñedos, de higueras y granados, de olivares, de aceite y miel; (Deuteronomio 8, 8)
yo enviaré lluvia a la tierra en el momento oportuno -lluvia de otoño y de primavera- y podrás recoger tu trigo, tu vino nuevo y tu aceite. (Deuteronomio 11, 14)
Tampoco comerás en tus ciudades el diezmo de tu trigo, de tu vino y de tu aceite, ni las primicias de tu ganado y tus rebaños, ni lo que hayas prometido al Señor mediante un voto, ni tus ofrendas voluntarias, ni tus dones. (Deuteronomio 12, 17)
y en la presencia del Señor, tu Dios, en el lugar que él elija para constituirlo morada de su Nombre, comerás del diezmo de tu trigo, de tu vino y de tu aceite, y también los primogénitos de tu ganado mayor y menor. Así aprenderás a temer siempre al Señor, tu Dios. (Deuteronomio 14, 23)
También le darás las primicias de tu trigo, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de la esquila de tu ganado menor. (Deuteronomio 18, 4)
Porque el Señor, tu Dios, recorrerá el campamento para protegerte y para poner a tus enemigos en tus manos. Por eso tu campamento será un lugar santo, y el Señor no debe ver en él nada indecente. De lo contrario se apartaría de ti. (Deuteronomio 23, 15)
El Señor hará de ti su pueblo santo, como te lo juró, si cumples sus mandamientos y sigues sus caminos. (Deuteronomio 28, 9)
Tendrás olivares en todo tu territorio, pero no podrás ungirte con aceite, porque se caerán las aceitunas. (Deuteronomio 28, 40)
Ella se comerá los productos de tu ganado y los frutos de tu suelo, hasta que quedes exterminado, porque te dejará totalmente desprovisto de trigo, de vino y de aceite, de las crías de tus vacas y tus ovejas, hasta hacerte desaparecer. (Deuteronomio 28, 51)
Lo puso encima de las alturas del país, para que comiera los frutos de los campos; lo alimentó con miel de los peñascos, con aceite de la roca dura; (Deuteronomio 32, 13)