Löydetty 22 Tulokset: Amnón

  • David tuvo varios hijos en Hebrón. El mayor fue Amnón, hijo de Ajinóam de Izreel; (II Samuel 3, 2)

  • Un tiempo después, sucedió lo siguiente. Absalón, hijo de David, tenía una hermana muy hermosa, llamada Tamar, y Amnón, hijo de David, se enamoró de ella. (II Samuel 13, 1)

  • Era tal su ansiedad, que llegó a enfermarse a causa de su hermanastra Tamar, porque como la joven era virgen, a Amnón le parecía imposible llevar a cabo algo con ella. (II Samuel 13, 2)

  • Amnón tenía un amigo llamado Jonadab, hijo de Simeá, hermano de David. Este hombre era muy perspicaz, (II Samuel 13, 3)

  • y dijo a Amnón: "¿Qué te pasa, príncipe, que cada día estás más deprimido? ¿No me lo vas a contar?". Amnón le respondió: "Es por Tamar, la hermana de mi hermano Absalón. Estoy enamorado de ella". (II Samuel 13, 4)

  • Amnón se acostó, fingiendo estar enfermo y cuando el rey fue a verlo, Amnón le dijo: "Por favor, que venga mi hermana Tamar a cocinar aquí mismo un par de buñuelos, y que me los sirva con sus propias manos". (II Samuel 13, 6)

  • David mandó a decir a Tamar: "Ve a la casa de tu hermano Amnón y prepárale la comida". (II Samuel 13, 7)

  • Tamar fue a la casa de su hermano Amnón, que estaba acostado. Tomó la harina, la amasó, preparó los buñuelos a la vista de él, y los hizo cocer. (II Samuel 13, 8)

  • Amnón dijo a Tamar: "Tráeme la comida a la habitación y dame tú misma de comer". Tamar tomó los buñuelos que había preparado y los llevó a la habitación donde estaba su hermano Amnón. (II Samuel 13, 10)

  • Pero Amnón no quiso escucharla, sino que la tomó por la fuerza y se acostó con ella. (II Samuel 13, 14)

  • En seguida, Amnón sintió hacia ella un odio terrible, más fuerte aún que el amor con que la había amado. Entonces le dijo: "¡Levántate y vete!". (II Samuel 13, 15)

  • Su hermano Absalón le dijo: "¿Fue tu hermano Amnón el que estuvo contigo? Ahora, hermana, no hables más de esto. Él es tu hermano, no tomes la cosa tan a pecho". Y Tamar se quedó desolada en casa de su hermano Absalón. (II Samuel 13, 20)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina