Löydetty 90 Tulokset: Baal

  • Jehú dijo al encargado del vestuario: "Saquen las vestiduras para todos los fieles de Baal". Él sacó las vestiduras. (II Reyes 10, 22)

  • Entonces Jehú llegó al templo de Baal con Jonadab, hijo de Recab, y dijo a los fieles de Baal: "Revisen bien, y fíjense que no haya aquí ningún servidor del Señor, sino sólo los fieles de Baal". (II Reyes 10, 23)

  • Y cuando terminó de ofrecer el holocausto, Jehú dijo a los guardias y a los oficiales: "¡Entren y mátenlos! ¡Que no salga ni uno solo!". Ellos los mataron al filo de la espada y los arrojaron afuera. Luego los guardias y los oficiales llegaron hasta la ciudadela del templo de Baal, (II Reyes 10, 25)

  • sacaron el poste sagrado del templo de Baal y lo quemaron. (II Reyes 10, 26)

  • Después de haber destruido el poste sagrado de Baal, demolieron su templo y lo convirtieron en una cloaca, que existe hasta el día de hoy. (II Reyes 10, 27)

  • Así Jehú exterminó a Baal de Israel. (II Reyes 10, 28)

  • Luego, todo el pueblo del país se dirigió al templo de Baal, lo derribó y destrozó por completo sus altares y sus imágenes. Y a Matán, el sacerdote de Baal, lo mataron delante de los altares. El sacerdote estableció puestos de guardia en la Casa del Señor. (II Reyes 11, 18)

  • Abandonaron todos los mandamientos del Señor, su Dios, y se hicieron ídolos de metal fundido -¡dos terneros!- erigieron un poste sagrado, se postraron delante de todo el Ejército de los cielos y sirvieron a Baal. (II Reyes 17, 16)

  • Reedificó los lugares altos que había hecho desaparecer su padre Ezequías; erigió altares a Baal, hizo un poste sagrado como lo había hecho Ajab, rey de Israel, y se postró delante de todo el Ejército de los cielos y lo sirvió. (II Reyes 21, 3)

  • El rey ordenó al sumo sacerdote Jilquías, a los sacerdotes de segundo orden y a los guardianes del umbral, que sacaran del Templo del Señor todos los objetos fabricados en honor de Baal, de Aserá y de todo el Ejército de los cielos; los quemó fuera de Jerusalén, en los baldíos del Cedrón, e hizo llevar sus cenizas a Betel. (II Reyes 23, 4)

  • Suprimió a los sacerdotes que habían establecido los reyes de Judá para quemar incienso en los lugares altos, en las ciudades de Judá y en los alrededores de Jerusalén, y a los que quemaban incienso a Baal, al sol, a la luna, a los signos del zodíaco y a todo el Ejército de los cielos. (II Reyes 23, 5)

  • Cuando murió Saúl, lo sucedió Baal Janán, hijo de Acbor. (I Crónicas 1, 49)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina