Löydetty 23 Tulokset: Cabello Nazareo

  • Si a un hombre se le cae el cabello y queda calvo, es puro. (Levítico 13, 40)

  • Si pierde el cabello en la parte delantera de la cabeza y se vuelve calvo sobre la frente, también es puro. (Levítico 13, 41)

  • Al séptimo día se afeitará todo el pelo -el cabello, la barba, las cejas y todo el resto del pelo- volverá a lavar su ropa, bañará su cuerpo con agua, y quedará puro. (Levítico 14, 9)

  • Mientras esté consagrado por el voto, ninguna navaja tocará su cabeza. Hasta que se cumpla el plazo de su voto al Señor, estará consagrado y se dejará crecer el cabello. (Números 6, 5)

  • Si una persona muere repentinamente cerca de él, haciendo impuro su cabello consagrado, se cortará el cabello el día de su purificación, es decir, el séptimo día. (Números 6, 9)

  • se consagrará al Señor por el tiempo de su nazireato y presentará un cordero de un año como sacrificio de reparación. El tiempo anterior no se tomará en cuenta, porque su cabello consagrado se había vuelto impuro. (Números 6, 12)

  • Entonces el nazireo se cortará el cabello consagrado, a la entrada de la Carpa del Encuentro, y lo echará en el fuego que arde debajo del sacrificio de comunión. (Números 6, 18)

  • El sacerdote tomará la espalda ya cocida del carnero, una torta sin levadura de la cesta y una galleta sin levadura, y las pondrá en las manos del nazireo, después que este se haya cortado el cabello. (Números 6, 19)

  • Ustedes son hijos del Señor, su Dios. No se hagan incisiones ni se rapen el cabello sobre la frente en homenaje a un muerto. (Deuteronomio 14, 1)

  • él le abrió todo su corazón y le dijo: "La navaja no ha pasado nunca por mi cabeza, porque estoy consagrado a Dios desde el seno de mi madre. Si me cortaran el cabello, mi fuerza se apartaría de mí, me debilitaría y sería como los demás hombres." (Jueces 16, 17)

  • Pero su cabello comenzó a crecer apenas cortado. (Jueces 16, 22)

  • De toda esa tropa, setecientos hombres eran guerreros adiestrados, ambidextros, y capaces de arrojar la piedra de su honda contra un cabello, sin errar el tiro. (Jueces 20, 16)


“Temos muita facilidade para pedir, mas não para agradecer”. São Padre Pio de Pietrelcina