Löydetty 221 Tulokset: Cubierta del Arca

  • El Arca de Dios permaneció tres meses en la casa de Obededóm. Y el Señor bendijo la casa de Obededóm y todos sus bienes. (I Crónicas 13, 14)

  • David construyó casas en la Ciudad de David y preparó un lugar para el Arca de Dios, levantando para ella una Carpa. (I Crónicas 15, 1)

  • Después dijo: "El Arca de Dios sólo puede ser transportada por los levitas, porque el Señor los ha elegido para trasladar el Arca del Señor y para servirlo constantemente". (I Crónicas 15, 2)

  • Entonces David reunió en Jerusalén a todo Israel, para hacer subir el Arca del Señor al lugar que le había preparado. (I Crónicas 15, 3)

  • y les dijo: "Ustedes son los jefes de la familia de los levitas. Santifíquense, ustedes y sus hermanos, para subir el Arca del Señor, el Dios de Israel, al lugar que yo le he preparado. (I Crónicas 15, 12)

  • Entonces los sacerdotes y levitas se santificaron para subir el Arca del Señor, el Dios de Israel. (I Crónicas 15, 14)

  • Los hijos de los levitas trasladaron el Arca de Dios, sosteniéndola sobre sus hombros con unas andas, como lo había ordenado Moisés según la palabra del Señor. (I Crónicas 15, 15)

  • Berequías y Elcaná eran porteros del Arca. (I Crónicas 15, 23)

  • Los sacerdotes Sebanías, Josafat, Natanael, Amasai, Zacarías, Benaías y Eliezer, tocaban las trompetas delante del Arca de Dios. Obededóm y Iejías eran porteros del Arca. (I Crónicas 15, 24)

  • David, los ancianos de Israel y los jefes de mil hombres fueron con gran alegría a subir el Arca de la Alianza del Señor, desde la casa de Obededóm. (I Crónicas 15, 25)

  • Y porque Dios había asistido a los levitas que trasladaban el Arca de la Alianza del Señor, se inmolaron siete toros y siete carneros. (I Crónicas 15, 26)

  • David iba revestido con un manto de lino, lo mismo que todos los levitas que llevaban el Arca, los cantores y Quenanías, el que dirigía el traslado. David llevaba además un efod de lino. (I Crónicas 15, 27)


“Você teme um homem,um pobre instrumento nas mãos de Deus, mas não teme a justiça divina?” São Padre Pio de Pietrelcina