Löydetty 393 Tulokset: Frente
Porque él invocó al Señor, el Altísimo, que fortaleció su brazo para exterminar a un guerrero poderoso y mantener erguida la frente de su pueblo. (Eclesiástico 47, 5)
porque tú has sido mi protector y mi ayuda, y has librado mi cuerpo de la perdición, del lazo de la lengua calumniadora y de los labios que traman mentiras. Frente a mis adversarios, tú has sido mi ayuda y mes has librado, (Eclesiástico 51, 2)
Que encuentren en ti un asilo los desterrados de Moab, sé tú su escondite frente al devastador. Porque cuando cese la extorsión, se acabe la devastación y se vaya del país el que lo pisotea, (Isaías 16, 4)
Yo sabía que tú eres obstinado, que tu cerviz es una barra de hierro y que tu frente es de bronce. (Isaías 48, 4)
Porque no saldrán apresuradamente ni partirán como fugitivos, ya que al frente de ustedes irá el Señor, y en la retaguardia, el Dios de Israel. (Isaías 52, 12)
Son barcos que se reúnen para mí, con naves de Tarsis al frente, para traer a tus hijos de lejos, y con ellos su oro y su plata, por el nombre del Señor, tu Dios, y por el Santo de Israel, que así te glorifica. (Isaías 60, 9)
Mira que hoy hago de ti una plaza fuerte, una columna de hierro, una muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes de Judá y a sus jefes, a sus sacerdotes y al pueblo del país. (Jeremías 1, 18)
Por eso se detuvieron los aguaceros y no hubo lluvia de primavera. Pero tú tenías frente de prostituta, rehusabas avergonzarte. (Jeremías 3, 3)
Sí, oigo gritos como los de una parturienta, gemidos como los de una primeriza: es la voz de la hija de Sión que pierde el aliento, que extiende las manos: "¡Ay, pobre de mí, estoy exhausta frente a los asesinos!". (Jeremías 4, 31)
Por eso los ataca el león de la selva, los devasta el lobo de las estepas, el leopardo está al acecho frente a sus ciudades: todo el que sale de ellas es despedazado. Porque son numerosas sus rebeldías, incontables sus apostasías. (Jeremías 5, 6)
Yo te pondré frente a este pueblo como una muralla de bronce inexpugnable. Te combatirán, pero no podrán contra ti, porque yo estoy contigo para salvarte y librarte -oráculo del Señor-. (Jeremías 15, 20)
El noveno año del reinado de Sedecías, el día diez del décimo mes, Nabucodonosor, rey de Babilonia, llegó con todo su ejército contra Jerusalén. Ellos acamparon frente a la ciudad y la cercaron con una empalizada. (Jeremías 52, 4)