Löydetty 679 Tulokset: Israelitas

  • Escuchen la palabra del Señor, israelitas, porque el Señor tiene un pleito con los habitantes del país: ya no hay fidelidad, ni amor, ni conocimiento de Dios en el país. (Oseas 4, 1)

  • El Señor ruge desde Sión y desde Jerusalén hace oír su voz: ¡tiemblan el cielo y la tierra! ¡Pero el Señor será un refugio para su pueblo, un resguardo para los israelitas! (Joel 4, 16)

  • Yo suscité profetas entre sus hijos y nazireos entre sus jóvenes; ¿no es así, israelitas? -oráculo del Señor-. (Amós 2, 11)

  • Escuchen esta palabra que el Señor pronuncia contra ustedes, israelitas, contra toda la familia que yo hice subir del país de Egipto: (Amós 3, 1)

  • Así habla el Señor: Como el pastor arranca de las fauces del león dos patas o la punta de una oreja, así serán librados los israelitas que están sentados en Samaría, en un rincón del diván, sobre un lecho confortable. (Amós 3, 12)

  • quemen masa fermentada en acción de gracias, proclamen públicamente sus ofrendas voluntarias, ya que es eso lo que les gusta, israelitas, -oráculo del Señor-. (Amós 4, 5)

  • Israelitas, ¿no son ustedes para mí como los cusitas? -oráculo del Señor-. ¿Acaso no hice salir a Israel del país de Egipto, como a los filisteos de Caftor y a los arameos de Quir? (Amós 9, 7)

  • Los deportados, este ejército de los israelitas, poseerán el país de los cananeos hasta Sarepta, y los deportados de Jerusalén que están en Sefarad, poseerán las ciudades del Négueb. (Abdías 1, 20)

  • Por eso, el Señor los abandonará hasta el momento en que dé a luz la que debe ser madre; entonces el resto de sus hermanos volverá junto a los israelitas. (Miqueas 5, 2)

  • Así se cumplió lo anunciado por el profeta Jeremías: Y ellos recogieron las treinta monedas de plata, cantidad en que fue tasado aquel a quien pusieron precio los israelitas. (Mateo 27, 9)

  • y hará que muchos israelitas vuelvan al Señor, su Dios. (Lucas 1, 16)

  • Israelitas, escuchen: A Jesús de Nazaret, el hombre que Dios acreditó ante ustedes realizando por su intermedio los milagros, prodigios y signos que todos conocen, (Hechos 2, 22)


“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina