Löydetty 36 Tulokset: Izreel
Jehú llegó a Izreel. Cuando se enteró Jezabel, se pintó los ojos, se arregló el cabello y se asomó por la ventana. (II Reyes 9, 30)
Volvieron a comunicárselo a Jehú, y él dijo: "Así se cumple la palabra que el Señor pronunció por medio de Elías, el tisbita. En la parcela de Izreel, los perros devorarán la carne de Jezabel; (II Reyes 9, 36)
Jehú les escribió una segunda carta, en la que decía: "Si están de parte mía y aceptan obedecerme, tomen las cabezas de todos los hijos de su señor y vengan a verme mañana a esta misma hora, a Izreel". Ahora bien, los setenta hijos del rey estaban repartidos entre las personas importantes de la ciudad, que los criaban. (II Reyes 10, 6)
Cuando recibieron esta carta, tomaron a los hijos del rey, degollaron a los setenta, pusieron sus cabezas en unas canastas y se las enviaron a Izreel. (II Reyes 10, 7)
Jehú acabó con todos los que aún quedaban de la casa de Ajab en Izreel, con todos sus nobles, sus familiares y sus sacerdotes, sin dejarle ni un solo sobreviviente. (II Reyes 10, 11)
Estos son los hijos que le nacieron a David en Hebrón: Amnón, hijo de Ajinóam, de Izreel, su primogénito; Daniel, hijo de Abigail de Carmel, su segundo hijo; (I Crónicas 3, 1)
Los descendientes de Etám fueron Izreel, Ismá e Ibdás. Su hermana se llamaba Haslelponí. (I Crónicas 4, 3)
y este volvió a Izreel para hacerse curar de las heridas que le habían infligido en Ramot, en la batalla contra Jazael, rey de Arám. Ocozías, hijo de Jorám, rey de Judá, bajó a Izreel para visitar a Jorám, hijo de Ajab, que se encontraba enfermo. (II Crónicas 22, 6)
Entonces el Señor dijo a Oseas: "Llámalo Izreel, porque dentro de poco tiempo pediré cuenta a la casa de Jehú por la sangre derramada en Izreel, y pondré fin al reinado de la casa de Israel. (Oseas 1, 4)
Aquel día, yo quebraré el arco de Israel en el valle de Izreel". (Oseas 1, 5)
Entonces los hijos de Judá se reunirán con los hijos de Israel: designarán para sí un jefe único y desbordarán del país, porque será grande el día de Izreel. (Oseas 2, 2)
y la tierra responderá al trigo, al vino nuevo y al aceite fresco, y ellos responderán a Izreel. (Oseas 2, 24)