Löydetty 147 Tulokset: Jeremías

  • Jeremías respondió: "No te entregarán. Escucha entonces la voz del Señor en esto que yo te digo; así te irá bien y estará a salvo tu vida. (Jeremías 38, 20)

  • Sedecías dijo a Jeremías: "Que nadie se entere de estas palabras, y tú no morirás. (Jeremías 38, 24)

  • Todos los jefes, en efecto, fueron a ver a Jeremías y lo interrogaron. Pero él les informó ateniéndose a lo que le había ordenado el rey, y ellos lo dejaron tranquilo, porque nadie había oído la conversación. (Jeremías 38, 27)

  • Jeremías permaneció en el patio de la guardia hasta el día en que Jerusalén fue tomada. Y él estaba allí cuando Jerusalén fue tomada. (Jeremías 38, 28)

  • Nabucodonosor, rey de Babilonia, había dado esta orden a Nebuzaradán, comandante de la guardia, acerca de Jeremías: (Jeremías 39, 11)

  • mandaron sacar a Jeremías del patio de la guardia, y se lo encomendaron a Godolías, hijo de Ajicám, hijo de Safán, para que lo dejara ir a su casa. Así Jeremías permaneció en medio del pueblo. (Jeremías 39, 14)

  • La palabra del Señor llegó a Jeremías, mientras estaba detenido en el patio de la guardia, en estos términos: (Jeremías 39, 15)

  • Palabra que llegó a Jeremías de parte del Señor, después que Nebuzaradán, comandante de la guardia, lo dejó ir de Ramá, donde lo encontró atado con cadenas entre todos los cautivos de Jerusalén y de Judá, que eran deportados a Babilonia. (Jeremías 40, 1)

  • El comandante de la guardia tomó aparte a Jeremías y le dijo: "El Señor, tu Dios, anunció esta desgracia para este lugar, (Jeremías 40, 2)

  • Jeremías se fue junto a Godolías, hijo de Ajicám, a Mispá, y permaneció con él, en medio del pueblo que había quedado en el país. (Jeremías 40, 6)

  • al profeta Jeremías y le dijeron: "¡Que nuestra súplica llegue hasta ti! Ruega al Señor, tu Dios, en favor de todo este resto, porque de los muchos que éramos hemos quedado unos pocos, como lo ves con tus propios ojos. (Jeremías 42, 2)

  • El profeta Jeremías les dijo: "De acuerdo. Voy a rogar al Señor, su Dios, como ustedes dicen, y les comunicaré todo lo que el Señor les responda, sin ocultarles nada". (Jeremías 42, 4)


“O amor sem temor torna-se presunção.” São Padre Pio de Pietrelcina