Löydetty 196 Tulokset: Judas Macabeo
Entonces el Macabeo, al ver las tropas que tenía delante, la variedad de las armas con que estaban equipadas y la ferocidad de los elefantes, extendió las manos hacia el cielo e invocó al Señor que hace prodigios, porque sabía muy bien que no es por medio de las armas, sino de la manera como él lo decide, que otorga la victoria a los que la merecen. (II Macabeos 15, 21)
los hombres de Judas se enfrentaron con sus enemigos entre invocaciones y plegarias. (II Macabeos 15, 26)
Judas mandó colgar de la Ciudadela la cabeza de Nicanor, como un signo manifiesto y visible a todos de la protección del Señor. (II Macabeos 15, 35)
Simón, el Cananeo, y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó. (Mateo 10, 4)
¿No es este el hijo del carpintero? ¿Su madre no es la que llaman María? ¿Y no son hermanos suyos Santiago, José, Simón y Judas? (Mateo 13, 55)
Entonces uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a ver a los sumos sacerdotes (Mateo 26, 14)
Desde ese momento, Judas buscaba una ocasión favorable para entregarlo. (Mateo 26, 16)
Judas, el que lo iba a entregar, le preguntó: «¿Seré yo, Maestro?». «Tú lo has dicho», le respondió Jesús. (Mateo 26, 25)
Jesús estaba hablando todavía, cuando llegó Judas, uno de los Doce, acompañado de una multitud con espadas y palos, enviada por los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo. (Mateo 26, 47)
Judas, el que lo entregó, viendo que Jesús había sido condenado, lleno de remordimiento, devolvió las treinta monedas de plata a los sumos sacerdotes y a los ancianos, (Mateo 27, 3)
y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó. (Marcos 3, 19)
¿No es acaso el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago, de José, de Judas y de Simón? ¿Y sus hermanas no viven aquí entre nosotros?». Y Jesús era para ellos un motivo de tropiezo. (Marcos 6, 3)