Löydetty 89 Tulokset: León

  • El primero era como un león y tenía alas de águila. Yo estuve mirando hasta que fueron arrancadas sus alas; él fue levantado de la tierra y puesto de pie sobre dos patas como un hombre, y le fue dado un corazón de hombre. (Daniel 7, 4)

  • Porque yo soy como un león para Efraím y como un cachorro de león para la casa de Judá. Yo, yo mismo desgarraré y me iré, me llevaré la presa y nadie me la arrancará. (Oseas 5, 14)

  • Ellos irán detrás del Señor; él rugirá como un león, y cuando se ponga a rugir, sus hijos vendrán temblando del Occidente. (Oseas 11, 10)

  • Yo seré para ellos como un león, como un leopardo estaré al acecho junto al camino; (Oseas 13, 7)

  • Un pueblo ha subido contra mi país, un pueblo poderoso e innumerable; sus dientes son dientes de león y tiene colmillos de leona. (Joel 1, 6)

  • ¿Ruge el león en la selva sin tener una presa? ¿Alza la voz el cachorro desde su guarida sin haber cazado nada? (Amós 3, 4)

  • El león ha rugido: ¿quién no temerá? El Señor ha hablado: ¿quién no profetizará? (Amós 3, 8)

  • Así habla el Señor: Como el pastor arranca de las fauces del león dos patas o la punta de una oreja, así serán librados los israelitas que están sentados en Samaría, en un rincón del diván, sobre un lecho confortable. (Amós 3, 12)

  • Como cuando alguien huye de un león y se topa con un oso; o al entrar en su casa, apoya su mano contra la pared y lo muerde una serpiente... (Amós 5, 19)

  • Entonces, el resto de Jacob será entre las naciones, en medio de pueblos numerosos, como un león entre los animales de la selva, como un cachorro de león entre los rebaños: cuando él pasa, pisotea y destroza, sin que nadie pueda librar. (Miqueas 5, 7)

  • ¿Dónde está la guarida de los leones, la cueva de los cachorros, donde el león iba a llevar su cría, sin que nadie lo espantara? (Nahún 2, 12)

  • El león despedazaba para cebar a sus crías y estrangulaba para sus leonas; llenaba de presas su escondrijo y sus guaridas de rapiñas. (Nahún 2, 13)


Uma filha espiritual perguntou a Padre Pio: “O Senhor cura tantas pessoas, por que não cura esta sua filha espiritual?” Padre Pio respondeu-lhe em voz baixa: “E não nos oferecemos a Deus?” São Padre Pio de Pietrelcina