Löydetty 215 Tulokset: Mañana

  • A la mañana siguiente, David escribió una carta a Joab y se la mandó por intermedio de Urías. (II Samuel 11, 14)

  • David respondió al mensajero: "Esto es lo que dirás a Joab: ‘No te preocupes por lo que ha sucedido. La espada devora hoy a este y mañana a aquel. Intensifica el ataque contra la ciudad, y destrúyela’. Así le devolverás el ánimo". (II Samuel 11, 25)

  • es como la luz matinal al salir el sol, en una mañana sin nubes: con ese resplandor, después de la lluvia, brota la hierba de la tierra. (II Samuel 23, 4)

  • A la mañana siguiente, cuando David se levantó, la palabra del Señor había llegado al profeta Gad, el vidente de David, en estos términos: (II Samuel 24, 11)

  • Entonces el Señor envió la peste a Israel, desde esa mañana hasta el tiempo señalado, y murieron setenta mil hombres del pueblo, desde Dan hasta Berseba. (II Samuel 24, 15)

  • A la mañana siguiente, me levanté para amamantar a mi hijo, y vi que estaba muerto. Pero cuando lo observé con mayor atención a la luz del día, advertí que no era mi hijo, el que yo había tenido". (I Reyes 3, 21)

  • Los cuervos le traían pan por la mañana y carne por la tarde, y él bebía del torrente. (I Reyes 17, 6)

  • Ellos tomaron el novillo que se les había dado, lo prepararon e invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: "¡Respóndenos, Baal!". Pero no se oyó ninguna voz ni nadie que respondiera. Mientras tanto, danzaban junto al altar que habían hecho. (I Reyes 18, 26)

  • Jezabel envió entonces un mensajero a Elías para decirle: "Que los dioses me castiguen si mañana, a la misma hora, yo no hago con tu vida lo que tú hiciste con la de ellos". (I Reyes 19, 2)

  • Así que mañana, a esta misma hora, te enviaré a mis servidores: ellos registrarán tu casa y las casas de tus súbditos; se apoderarán de todo lo que tú más quieres, y se lo llevarán". (I Reyes 20, 6)

  • En efecto, a la mañana siguiente, a la hora de la ofrenda, vino una correntada por el lado de Edóm y se inundó de agua toda la región. (II Reyes 3, 20)

  • A la mañana siguiente, bien de madrugada, cuando el sol brillaba sobre las aguas, los moabitas vieron frente a ellos las aguas rojas como sangre, (II Reyes 3, 22)


“Nas tentações, combata com coragem! Nas quedas, humilhe-se mas não desanime!” São Padre Pio de Pietrelcina