Löydetty 89 Tulokset: Necio

  • ¿Así le pagas al Señor, pueblo necio e insensato? ¿Acaso él no es tu padre y tu creador, el que te hizo y te afianzó? (Deuteronomio 32, 6)

  • Saúl exclamó entonces: "¡He pecado! ¡Vuelve, David, hijo mío! Ya no te haré ningún mal, porque hoy mi vida ha sido preciosa a tus ojos. ¡Sí, he sido un necio, me he equivocado por completo!". (I Samuel 26, 21)

  • Pero, después de esto, David sintió remordimiento de haber hecho el recuento de la población, y dijo al Señor: "He pecado gravemente al obrar así. Dígnate ahora, Señor, borrar la falta de tu servidor, porque me he comportado como un necio". (II Samuel 24, 10)

  • Entonces David dijo a Dios: "He cometido un grave pecado al obrar de esta manera. Dígnate ahora borrar la falta de tu servidor, porque me he comportado como un necio". (I Crónicas 21, 8)

  • Porque los ojos del Señor recorren toda la tierra para sostener a aquellos cuyo corazón está con él íntegramente. En esto te has comportado como un necio. Por eso, de ahora en adelante vivirás en guerra". (II Crónicas 16, 9)

  • Porque la exasperación mata al insensato y la pasión hace morir al necio. (Job 5, 2)

  • Pero un necio asentará cabeza cuando se domestique un asno salvaje de la estepa. (Job 11, 12)

  • Del maestro de coro. De David. El necio se dice a sí mismo: "No hay Dios". Todos están pervertidos, hacen cosas abominables, nadie practica el bien. (Salmos 14, 1)

  • El necio se dice a sí mismo: "No hay Dios". Todos están pervertidos, hacen cosas abominables, nadie practica el bien. (Salmos 53, 2)

  • yo era un necio y no comprendía, era como un animal ante ti. (Salmos 73, 22)

  • El hombre insensato no conoce y el necio no entiende estas cosas. (Salmos 92, 7)

  • Proverbios de Salomón. Un hijo sabio es la alegría de su padre, pero un hijo necio es la aflicción de su madre. (Proverbios 10, 1)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina