Löydetty 62 Tulokset: Nob

  • Los nobles no proclamarán más un rey y todos sus príncipes serán aniquilados. (Isaías 34, 12)

  • Los nobles mandan a sus criados en busca de agua; ellos van a las cisternas, pero no encuentran agua; vuelven con los cántaros vacíos; avergonzados y confundidos, se agarran la cabeza. (Jeremías 14, 3)

  • El rey de Babilonia hizo degollar en Riblá a los hijos de Sedecías ante sus propios ojos, y también a todos los nobles de Judá. (Jeremías 39, 6)

  • Incendió la Casa del Señor, la casa del rey y todas las casas de Jerusalén, y prendió fuego a todas las casas de los nobles. (Jeremías 52, 13)

  • después que Nabucodonosor, rey de Babilonia, deportó desde Jerusalén y llevó a Babilonia a Jeconías, a los príncipes, a los rehenes, a los nobles y a la gente del país. (Baruc 1, 9)

  • El rey ordenó a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que seleccionara entre los israelitas de estirpe real o de familia noble, (Daniel 1, 3)

  • También ella fue deportada, tuvo que ir al cautiverio. También sus recién nacidos fueron estrellados en todas las encrucijadas. Se echó la suerte sobre sus nobles, todos sus grandes fueron cargados de cadenas. (Nahún 3, 10)

  • Él les dijo: «Un hombre de familia noble fue a un país lejano para recibir la investidura real y regresar en seguida. (Lucas 19, 12)

  • Hermanos, tengan en cuenta quiénes son los que han sido llamados: no hay entre ustedes muchos sabios, hablando humanamente, ni son muchos los poderosos ni los nobles. (I Corintios 1, 26)

  • En fin, mis hermanos, todo lo que es verdadero y noble, todo lo que es justo y puro, todo lo que es amable y digno de honra, todo lo que haya de virtuoso y merecedor de alabanza, debe ser el objeto de sus pensamientos. (Filipenses 4, 8)

  • Es muy cierta esta afirmación: «El que aspira a presidir la comunidad, desea ejercer una noble función». (I Timoteo 3, 1)

  • En una casa grande, no todos los recipientes son de oro o de plata, sino que también hay recipientes de madera y de barro. Unos se destinan a usos nobles, y otros, a usos comunes. (II Timoteo 2, 20)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre todo o bem que ela ainda pode fazer”. São Padre Pio de Pietrelcina