Löydetty 262 Tulokset: Obras

  • Nuestro nombre será olvidado con el tiempo y nadie se acordará de nuestras obras; nuestra vida habrá pasado como una nube, sin dejar rastro, se disipará como la bruma, evaporada por los rayos del sol y agobiada por su calor. (Sabiduría 2, 4)

  • El que desprecia la sabiduría y la enseñanza es un desdichado: ¡vana es su esperanza, inútiles sus esfuerzos, infructuosas sus obras! (Sabiduría 3, 11)

  • Porque el Señor les ha dado el dominio, y el poder lo han recibo del Altísimo: él examinará las obras de ustedes y juzgará sus designios. (Sabiduría 6, 3)

  • Está iniciada en la ciencia de Dios y es ella la que elige sus obras. (Sabiduría 8, 4)

  • Contigo está la Sabiduría, que conoce tus obras y que estaba presente cuando tú hacías el mundo; ella sabe lo que es agradable a tus ojos y lo que es conforme a tus mandamientos. (Sabiduría 9, 9)

  • Entonces, mis obras te agradarán, yo gobernaré a tu pueblo con justicia y seré digno del trono de mi padre. (Sabiduría 9, 12)

  • Sí, vanos por naturaleza son todos los hombres que han ignorado a Dios, los que, a partir de las cosas visibles, no fueron capaces de conocer a "Aquel que es", y al considerar sus obras, no reconocieron al Artífice. (Sabiduría 13, 1)

  • como viven ocupándose de sus obras, las investigan y se dejan seducir por lo que ven: ¡tan bello es el espectáculo del mundo! (Sabiduría 13, 7)

  • ¡Desgraciados, porque han puesto su esperanza en cosas muertas, los que llamaron dioses a obras fabricadas por las manos del hombre, al oro y la plata trabajados con arte, a figuras de animales, o a una piedra sin valor esculpida por una mano antigua! (Sabiduría 13, 10)

  • Tú no quieres que las obras de tu Sabiduría sean estériles: por eso los hombres confían su vida a una simple madera, y atraviesan a salvo las olas sobre una frágil embarcación. (Sabiduría 14, 5)

  • Él mismo la creó, la vio y la midió, y la derramó sobre todas sus obras: (Eclesiástico 1, 9)

  • Honra a tu padre con obras y de palabra, para que su bendición descienda sobre ti, (Eclesiástico 3, 8)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina