Löydetty 134 Tulokset: Pasar

  • les dijo: "Les ruego, señores, que vengan a pasar la noche en casa de este servidor. Lávense los pies, y mañana bien temprano podrán seguir viaje". "No, le respondieron ellos, pasaremos la noche en la plaza". (Génesis 19, 2)

  • Después le preguntó: "¿De quién eres hija? ¿Y hay lugar en la casa de tu padre para que podamos pasar la noche?". (Génesis 24, 23)

  • Y añadió: "En nuestra casa hay paja y forraje en abundancia, y también hay sitio para pasar la noche". (Génesis 24, 25)

  • De pronto llegó a un lugar, y se detuvo en él para pasar la noche, porque ya se había puesto el sol. Tomó una de las piedras del lugar, se la puso como almohada y se acostó allí. (Génesis 28, 11)

  • dándoles esta orden: "Digan a mi señor Esaú: Así habla tu servidor Jacob: Fui a pasar un tiempo a la casa de Labán, y me quedé allí hasta ahora. (Génesis 32, 5)

  • Después de pasar la noche en aquel lugar, Jacob tomó una parte de los bienes que tenía a mano, para enviarlos como obsequio a su hermano Esaú. (Génesis 32, 14)

  • Cuando acamparon para pasar la noche, uno de ellos abrió la bolsa para dar de comer a su asno, y encontró el dinero junto a la abertura de la bolsa. (Génesis 42, 27)

  • Pero cuando acampamos para pasar la noche, abrimos nuestras bolsas y resultó que el dinero de cada uno estaba junto a la abertura de su bolsa. Era exactamente la misma cantidad que habíamos pagado. Ahora tenemos esa suma aquí con nosotros, (Génesis 43, 21)

  • Cuando hizo un alto en el camino para pasar la noche, el Señor lo atacó e intentó matarlo. (Exodo 4, 24)

  • y las harás pasar por las argollas que están a los costados del arca, para poder transportarla. (Exodo 25, 14)

  • El travesaño central deberá pasar a media altura de los bastidores, de un extremo a otro. (Exodo 26, 28)

  • Luego recubrirás de oro los bastidores, forjarás unas argollas de oro para pasar por ellas los travesaños, y a estos últimos también los recubrirás de oro. (Exodo 26, 29)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina