Löydetty 29 Tulokset: Sufrimientos

  • Y el Señor Dios dijo a la mujer: "Multiplicaré los sufrimientos de tus embarazos; darás a luz a tus hijos con dolor. Sentirás atracción por tu marido, y él te dominará." (Génesis 3, 16)

  • El Señor dijo: "Yo he visto la opresión de mi pueblo, que está en Egipto, y he oído los gritos de dolor, provocados por sus capataces. Sí, conozco muy bien sus sufrimientos. (Exodo 3, 7)

  • Para ellos no hay sufrimientos, su cuerpo está sano y robusto; (Salmos 73, 4)

  • Él los había agobiado con sufrimientos, sucumbían, y nadie los ayudaba; (Salmos 107, 12)

  • Pero luego faltó a sus promesas y se distanció de Jonatán, no correspondiendo a los servicios que le había prestado y ocasionándole grandes sufrimientos. (I Macabeos 11, 53)

  • El rey y sus acompañantes estaban sorprendidos del valor de aquel joven, que no hacía ningún caso de sus sufrimientos. (II Macabeos 7, 12)

  • Su estado era tal que del cuerpo del impío brotaban los gusanos; estando vivo aún, la carne se le caía a pedazos, en medio de dolores y sufrimientos, y el ejército apenas podía soportar el hedor que emanaba de él. (II Macabeos 9, 9)

  • Así murió aquel criminal y blasfemo. Padeciendo los peores sufrimientos, como los había hecho padecer a otros, terminó su vida en un país extranjero, en medio de las montañas y en el más lamentable infortunio. (II Macabeos 9, 28)

  • Pero él soportaba nuestros sufrimientos y cargaba con nuestras dolencias, y nosotros lo considerábamos golpeado, herido por Dios y humillado. (Isaías 53, 4)

  • Si salgo al campo abierto, veo las víctimas de la espada; si entro en la ciudad, veo los sufrimientos del hambre. Sí, hasta el profeta y el sacerdote recorren el país y no logran comprender. (Jeremías 14, 18)

  • Y ahora han sido arrojados al calor del día y al frío de la noche, después de haber muerto en medio de crueles sufrimientos, por el hambre, la espada y la peste. (Baruc 2, 25)

  • Su fama se extendió por toda la Siria, y le llevaban a todos los enfermos, afligidos por diversas enfermedades y sufrimientos: endemoniados, epilépticos y paralíticos, y él los curaba. (Mateo 4, 24)


O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina