Löydetty 52 Tulokset: Tocó
Jesús, conmovido, extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Lo quiero, queda purificado». (Marcos 1, 41)
Como había oído hablar de Jesús, se le acercó por detrás, entre la multitud, y tocó su manto, (Marcos 5, 27)
Jesús se dio cuenta en seguida de la fuerza que había salido de él, se dio vuelta y, dirigiéndose a la multitud, preguntó: «¿Quién tocó mi manto?». (Marcos 5, 30)
Jesús lo separó de la multitud y, llevándolo aparte, le puso los dedos en las orejas y con su saliva le tocó la lengua. (Marcos 7, 33)
le tocó en suerte, según la costumbre litúrgica, entrar en el Santuario del Señor para quemar el incienso. (Lucas 1, 9)
Jesús extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Lo quiero, queda purificado». Y al instante la lepra desapareció. (Lucas 5, 13)
Después se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron y Jesús dijo: «Joven, yo te lo ordeno, levántate». (Lucas 7, 14)
se acercó por detrás y tocó los flecos de su manto; inmediatamente cesó la hemorragia. (Lucas 8, 44)
Ellos quisieron subirlo a la barca, pero esta tocó tierra en seguida en el lugar adonde iban. (Juan 6, 21)
Cuando el primer Ángel tocó la trompeta, cayó sobre la tierra granizo y fuego mezclado con sangre: la tercera parte de la tierra fue consumida, junto con la tercera parte de los árboles y toda la hierba verde. (Apocalipsis 8, 7)
Cuando el segundo Ángel tocó la trompeta, se precipitó sobre el mar una masa incandescente, grande como una montaña: la tercera parte del mar se convirtió en sangre; (Apocalipsis 8, 8)
Cuando el tercer Ángel tocó la trompeta, un astro enorme que ardía como una antorcha cayó del cielo sobre la tercera parte de los ríos y de los manantiales. (Apocalipsis 8, 10)