Löydetty 127 Tulokset: Tribus

  • Que se inclinen ante él las tribus del desierto, y sus enemigos muerdan el polvo; (Salmos 72, 9)

  • delante de ellos expulsó a las naciones, les asignó por sorteo una herencia e instaló en sus carpas a las tribus de Israel. (Salmos 78, 55)

  • sacó a su pueblo cargado de oro y plata, y nadie desfalleció entre sus tribus: (Salmos 105, 37)

  • Allí suben las tribus, las tribus del Señor -según es norma en Israel- para celebrar el nombre del Señor. (Salmos 122, 4)

  • Congrega a todas las tribus de Jacob, y entrégales su herencia, como al comienzo. (Eclesiástico 36, 10)

  • La bendición de todos los hombres y la alianza las hizo descansar sobre la cabeza de Jacob; lo confirmó en las bendiciones recibidas y le dio la tierra en herencia; dividió el país en partes y las distribuyó entre las doce tribus. (Eclesiástico 44, 23)

  • con piedras preciosas, grabadas en forma de sellos y engarzadas en oro -obra de un joyero- para servir de memorial, por la inscripción grabada, según el número de las tribus de Israel; (Eclesiástico 45, 11)

  • De ti está escrito que en los castigos futuros aplacarás la ira antes que estalle, para hacer volver el corazón de los padres hacia los hijos y restablecer las tribus de Jacob. (Eclesiástico 48, 10)

  • ¡Se han enloquecido los príncipes de Soán, se ilusionan los príncipes de Nof, los dignatarios de sus tribus han extraviado a Egipto! (Isaías 19, 13)

  • Él dice: "Es demasiado poco que seas mi Servidor para restaurar a las tribus de Jacob y hacer volver a los sobrevivientes de Israel; yo te destino a ser la luz de las naciones, para que llegue mi salvación hasta los confines de la tierra". (Isaías 49, 6)

  • ¿Por qué, Señor, nos desvías de tus caminos y endureces nuestros corazones para que dejen de temerte? ¡Vuelve, por amor a tus servidores y a las tribus de tu herencia! (Isaías 63, 17)

  • No sucederá nada de lo que ustedes se imaginan cuando dicen: "Seremos como las demás naciones, como las tribus de los otros países, servidores de la madera y de la piedra". (Ezequiel 20, 32)


“Mantenha-se sempre muito unido à Igreja Católica, pois somente ela pode lhe dar a verdadeira paz, porque somente ela possui Jesus Sacramentado que é o verdadeiro príncipe da paz.” São Padre Pio de Pietrelcina