Löydetty 502 Tulokset: altar de bronce

  • ¡Levántate y trilla, hija de Sión! Yo haré de hierro tu cuerno, y tus pezuñas, de bronce: triturarás a pueblos numerosos; consagrarás al Señor su botín, y sus riquezas al Señor de toda la tierra. (Miqueas 4, 13)

  • Yo levanté de nuevo los ojos y tuve una visión: Había cuatro carros que salían de entre las dos montañas, y las montañas eran de bronce. (Zacarías 6, 1)

  • El Señor de los ejércitos los escudará; ellos triunfarán y pisotearán las piedras de las hondas, beberán la sangre como si fuera vino, se llenarán como la copa de la aspersión, como los ángulos del altar. (Zacarías 9, 15)

  • Aquel día, los cascabeles de los caballos llevarán esta inscripción: "Consagrado al Señor"; y las ollas de la Casa del Señor serán como copas de la aspersión delante del altar. (Zacarías 14, 20)

  • Presentando sobre mi altar un alimento manchado, Y ustedes dicen: "¿En qué te hemos manchado?". Diciendo: "La mesa del Señor es despreciable". (Malaquías 1, 7)

  • ¿No habrá alguien entre ustedes que cierre las puertas, para que no enciendan en vano el fuego de mi altar? Yo no me complazco en ustedes, dice el Señor de los ejércitos, y no acepto las ofrendas de sus manos. (Malaquías 1, 10)

  • Ustedes hacen todavía otra cosa: cubren el altar del Señor de lágrimas, llantos y gemidos, porque él no se vuelve más hacia la ofrenda, ni la acepta de las manos de ustedes. (Malaquías 2, 13)

  • Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, (Mateo 5, 23)

  • deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda. (Mateo 5, 24)

  • Ustedes dicen también: "Si se jura por el altar, el juramento no vale, pero vale si se jura por la ofrenda que está sobre el altar". (Mateo 23, 18)

  • ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda o el altar que hace sagrada esa ofrenda? (Mateo 23, 19)

  • Ahora bien, jurar por el altar, es jurar por él y por todo lo que está sobre él. (Mateo 23, 20)


“Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina