Löydetty 252 Tulokset: arca del pacto

  • En el Arca se encontraban únicamente las dos tablas de piedra que Moisés, en el Horeb, había puesto allí: las tablas de la Alianza que el Señor había hecho con los israelitas a su salida de Egipto. (II Crónicas 5, 10)

  • y allí he puesto el Arca donde se encuentra la Alianza que el Señor concluyó con los israelitas". (II Crónicas 6, 11)

  • Y ahora, ¡levántate, Señor Dios, entra en el lugar de tu Reposo, tú y tu Arca poderosa! ¡Que tus sacerdotes se revistan de la salvación y tus fieles gocen de felicidad! (II Crónicas 6, 41)

  • Salomón hizo subir a la hija del Faraón desde la Ciudad de David a la casa que había edificado para ella, porque él decía: "Mi mujer no puede habitar en la casa de David, el rey de Israel, ya que los lugares donde ha entrado el Arca del Señor son sagrados". (II Crónicas 8, 11)

  • e hicieron un pacto, comprometiéndose a buscar al Señor, el Dios de sus padres, con todo su corazón y con toda su alma: (II Crónicas 15, 12)

  • Al séptimo año, Iehoiadá se armó de valor y reunió a los centuriones: a Azarías, hijo de Ierojám, a Ismael, hijo de Iehojanán, a Azarías, hijo de Obed, a Maaseías, hijo de Adaías, y a Elisafat, hijo de Zicrí. Hizo un pacto con ellos, (II Crónicas 23, 1)

  • Luego dijo a los levitas que instruían a todo Israel y estaban consagrados al Señor: "Pongan el Arca santa en el Templo que edificó Salomón, hijo de David, rey de Israel: ya no tendrán que llevarla sobre los hombros. Ahora sirvan al Señor, su Dios, y a su pueblo Israel. (II Crónicas 35, 3)

  • Pero ellos no se contentaron con someternos a una dura esclavitud, sino que hicieron un pacto con sus ídolos (Ester 14, 8)

  • Yo establecí un pacto con mis ojos para no fijar la mirada en ninguna joven. (Job 31, 1)

  • ¿Hará un pacto contigo y lo tomarás como esclavo para siempre? (Job 40, 28)

  • entregó su Fortaleza al cautiverio, su Arca gloriosa en manos del enemigo. (Salmos 78, 61)

  • del pacto que selló con Abraham, del juramento que hizo a Isaac: (Salmos 105, 9)


“Deus nunca me recusou um pedido”. São Padre Pio de Pietrelcina