Löydetty 47 Tulokset: buey

  • Si ves extraviados al buey o a la oveja de tu hermano, no te despreocupes de ellos y vé a devolvérselos cuanto antes. (Deuteronomio 22, 1)

  • Si ves caídos en el camino al asno o al buey de tu hermano, no te despreocupes de ellos y ayúdalo a levantarlos. (Deuteronomio 22, 4)

  • No ares con un buey y un asno juntos. (Deuteronomio 22, 10)

  • No pondrás bozal al buey que trilla. (Deuteronomio 25, 4)

  • Tu buey será degollado delante de tus ojos y no lo podrás comer. Tu asno será arrebatado de tu misma presencia y no te lo devolverán. Tus ovejas serán entregadas a tus enemigos y nadie saldrá en tu defensa. (Deuteronomio 28, 31)

  • ¡Aquí me tienen! Declaren contra mí delante del Señor y delante de su ungido: ¿A quién le he quitado un buey? ¿A quién le he quitado un asno? ¿A quién lo he oprimido o perjudicado? ¿Por quién me he dejado sobornar para cerrar los ojos? Díganlo, y yo les restituiré". (I Samuel 12, 3)

  • Luego añadió: "Dispérsense entre el pueblo y díganle que me traiga cada uno su buey o su oveja. Degüéllenlos aquí y coman; pero no pequen contra el Señor comiendo carne con sangre". Esa noche, cada uno llevó el buey que tenía a mano y lo degollaron en aquel lugar. (I Samuel 14, 34)

  • Los que transportaban el Arca del Señor avanzaron seis pasos, y él sacrificó un buey y un ternero cebado. (II Samuel 6, 13)

  • Lo que se preparaba cada día -un buey, seis carneros escogidos y algunas aves- corría por mi cuenta; y cada diez días, se traían odres de vino en cantidad. Sin embargo, nunca exigí el impuesto debido al gobernador, porque el pueblo ya debía soportar un duro trabajo. (Nehemías 5, 18)

  • Se llevan el asno de los huérfanos, toman en prenda el buey de la viuda; (Job 24, 3)

  • Mira ante ti a Behemot: él se alimenta de pasto como un buey. (Job 40, 15)

  • También fueron detenidos siete hermanos, junto con su madre. El rey, flagelándolos con azotes y tendones de buey, trató de obligarlos a comer carne de cerdo, prohibida por la Ley. (II Macabeos 7, 1)


“É sempre necessário ir para a frente, nunca para trás, na vida espiritual. O barco que pára em vez de ir adiante é empurrado para trás pelo vento.” São Padre Pio de Pietrelcina