Löydetty 324 Tulokset: campo de batalla

  • Los filisteos libraron batalla. Israel fue derrotado y cada uno huyó a sus campamentos. La derrota fue muy grande, y cayeron entre los israelitas treinta mil hombres de a pie. (I Samuel 4, 10)

  • Un hombre de Benjamín escapó del frente de batalla y llegó a Silo ese mismo día, con la ropa desgarrada y la cabeza cubierta de polvo. (I Samuel 4, 12)

  • El hombre le dijo: "Vengo del frente de batalla; hoy mismo he escapado de allí". Elí le preguntó: "¿Qué ha pasado, hijo mío?". (I Samuel 4, 16)

  • El carro llegó al campo de Josué de Bet Semes y se detuvo. Allí había una gran piedra. Entonces hicieron astillas la madera del carro y ofrecieron las vacas en holocausto al Señor. (I Samuel 6, 14)

  • Y el número de los ratones de oro correspondía al de todas las ciudades de los filisteos, gobernadas por los cinco príncipes, desde las ciudades fortificadas hasta los poblados desguarnecidos. Testigo de esto es la piedra grande sobre la que depositaron el Arca del Señor, y que hasta el día de hoy está en el campo de Josué de Bet Semes. (I Samuel 6, 18)

  • En ese momento, Saúl volvía del campo detrás de sus bueyes, y preguntó: "¿Qué le pasa al pueblo para llorar así?". Entonces le contaron lo que habían dicho los hombres de Iabés. (I Samuel 11, 5)

  • A la mañana siguiente, Saúl dividió al pueblo en tres grupos. Ellos irrumpieron en medio del campo en la vigilia de la mañana, y batieron a los amonitas hasta la hora de más calor. Los sobrevivientes se dispersaron de tal manera que no quedaron dos hombres juntos. (I Samuel 11, 11)

  • Así, el día de la batalla de Micmás, nadie del ejército que estaba con Saúl y Jonatán tenía en la mano una espada o una lanza. Sólo la tenían Saúl y su hijo Jonatán. (I Samuel 13, 22)

  • En esta primera incursión, Jonatán y su escudero ultimaron a unos veinte hombres, como quien abre un surco en media parcela de campo. (I Samuel 14, 14)

  • También Saúl y los hombres de Israel se reunieron y acamparon en el valle del Terebinto, y se dispusieron en orden de batalla frente a los filisteos. (I Samuel 17, 2)

  • Entonces salió del campo filisteo un luchador llamado Goliat, de Gat, que medía casi tres metros de altura. (I Samuel 17, 4)

  • El filisteo se detuvo y gritó a las filas de Israel: "¿Para qué salen a presentar batalla? ¿No soy yo el filisteo y ustedes los esclavos de Saúl? Elijan a un hombre, y que baje a enfrentarme. (I Samuel 17, 8)


“A maior caridade é aquela que arranca as pessoas vencidas pelo demônio, a fim de ganhá-las para Cristo. E isso eu faço assiduamente, noite e dia.” São Padre Pio de Pietrelcina