Löydetty 692 Tulokset: cielo

  • Yo mismo, el rey Artajerjes, ordeno a todos los tesoreros de la región que está del otro lado del Éufrates: ‘Entreguen exactamente todo lo que les pida el sacerdote Esdras, escriba de la Ley del Dios del cielo, (Esdras 7, 21)

  • Todo lo que el Dios del cielo ordene para su Casa, deberá cumplirse escrupulosamente, a fin de que su ira no se descargue sobre el territorio del rey y de sus hijos. (Esdras 7, 23)

  • y dije: "Dios mío, estoy tan avergonzado y confundido que no me atrevo a levantar mi rostro hacia ti. Porque nuestras iniquidades se han multiplicado hasta cubrirnos por completo, y nuestra culpa ha subido hasta el cielo. (Esdras 9, 6)

  • Al oír estas palabras, me senté a llorar, y estuve de duelo varios días, ayunando y orando ante el Dios del cielo. (Nehemías 1, 4)

  • Entonces dije: "¡Ah, Señor, Dios del cielo! Tú eres el Dios grande y temible, que mantienes la alianza y eres fiel con aquellos que te aman y observan tus mandamientos. (Nehemías 1, 5)

  • Pero si se convierten a mí, si observan y practican mis mandamientos, aunque sus desterrados estén en los confines del cielo, yo los congregaré y los traeré al lugar que elegí para hacerlo morada de mi Nombre’. (Nehemías 1, 9)

  • El rey me dijo: "¿Qué es lo que quieres?". Yo me encomendé al Dios del cielo, (Nehemías 2, 4)

  • Yo, por mi parte, les respondí: "El Dios del cielo nos coronará con el éxito. Nosotros, sus servidores, nos pondremos a trabajar. Ustedes, en cambio, no tienen parte, ni derechos, ni recuerdos en Jerusalén". (Nehemías 2, 20)

  • Y Esdras dijo: "¡Tú eres el Señor, sólo tú! Tú hiciste los cielos, lo más alto del cielo y todo su ejército, la tierra y todo lo que hay en ella, los mares y todo lo que contienen. A todo eso le das vida, y el ejército del cielo se postra ante ti. (Nehemías 9, 6)

  • Tú bajaste a la montaña del Sinaí y hablaste con ellos desde el cielo; les diste normas justas y leyes fidedignas, preceptos y mandamientos excelentes. (Nehemías 9, 13)

  • Tú les diste pan del cielo para saciar su hambre, hiciste brotar agua de la roca para calmar su sed, y les mandaste ir a tomar posesión de la tierra que, con la mano en alto, habías jurado darles. (Nehemías 9, 15)

  • Multiplicaste sus hijos como las estrellas del cielo, y los introdujiste en la tierra que habías prometido a sus padres en posesión. (Nehemías 9, 23)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina