Löydetty 31 Tulokset: cinturón

  • Cuando estaban junto a la piedra grande que hay en Gabaón, Amasá se presentó delante de ellos. Joab, que iba vestido con su indumentaria militar, llevaba encima de ella un cinturón con una espada envainada y ajustada a la cintura. Y cuando se adelantó, se le cayó la espada. (II Samuel 20, 8)

  • Tú sabes, además, lo que me hizo Joab, hijo de Sarvia, lo que hizo a los dos jefes de los ejércitos de Israel, a Abner, hijo de Ner, y a Amasá, hijo de Iéter: como los mató, vengando en tiempo de paz la sangre derramada en la guerra; así manchó con sangre inocente mi cinturón y mis sandalias. (I Reyes 2, 5)

  • La mano del Señor se posó sobre Elías; él se ató el cinturón y corrió delante de Ajab hasta la entrada de Izreel. (I Reyes 18, 46)

  • Ellos le respondieron: "Era un hombre con un manto de piel y con un cinturón de cuero ajustado a la cintura". Entonces el rey exclamó: "¡Es Elías, el tisbita!". (II Reyes 1, 8)

  • Eliseo dijo a Guejazí: "Cíñete el cinturón, toma mi bastón y vete. Si encuentras a alguien por el camino no lo saludes, y si alguien te saluda no le respondas. Coloca mi bastón sobre el rostro del muchacho". (II Reyes 4, 29)

  • El profeta Eliseo llamó a uno de la comunidad de profetas y le dijo: "Ajústate el cinturón, toma contigo este frasco de aceite y ve a Ramot de Galaad. (II Reyes 9, 1)

  • Cubre de desprecio a los nobles y afloja el cinturón de los tiranos. (Job 12, 21)

  • ¡Ajústate el cinturón como un guerrero: yo te preguntaré, y tú me instruirás! (Job 38, 3)

  • ¡Ajústate el cinturón como un guerrero: yo te preguntaré, y tú me instruirás! (Job 40, 7)

  • que sea como un vestido que lo cubra y como un cinturón que lo ciña para siempre!". (Salmos 109, 19)

  • En vez de perfume habrá podredumbre, en vez de cinturón, una cuerda, en vez de bucles, calvicie, en vez de trajes lujosos, un sayal: sí, en vez de hermosura, una marca de fuego. (Isaías 3, 24)

  • Nadie siente cansancio ni tropieza, nadie dormita ni duerme, a nadie se le desata el cinturón ni se le rompe la correa del calzado. (Isaías 5, 27)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina