Löydetty 1158 Tulokset: ciudad santuario

  • Muchos judíos leyeron esta inscripción, porque el lugar donde Jesús fue crucificado quedaba cerca de la ciudad y la inscripción estaba en hebreo, latín y griego. (Juan 19, 20)

  • Cuando llegaron a la ciudad, subieron a la sala donde solían reunirse. Eran Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago, hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas, hijo de Santiago. (Hechos 1, 13)

  • Porque realmente se aliaron en esta ciudad Herodes y Poncio Pilato con las naciones paganas y los pueblos de Israel, contra tu santo servidor Jesús, a quien tú has ungido. (Hechos 4, 27)

  • y arrastrándolo fuera de la ciudad, lo apedrearon. Los testigos se quitaron los mantos, confiándolos a un joven llamado Saulo. (Hechos 7, 58)

  • Felipe descendió a la ciudad de Samaría y allí predicaba a Cristo. (Hechos 8, 5)

  • Y fue grande la alegría de aquella ciudad. (Hechos 8, 8)

  • Desde hacía un tiempo, vivía en esa ciudad un hombre llamado Simón, el cual con sus artes mágicas tenía deslumbrados a los samaritanos y pretendía ser un gran personaje. (Hechos 8, 9)

  • Ahora levántate, y entra en la ciudad: allí te dirán qué debes hacer». (Hechos 9, 6)

  • pero Saulo se enteró de lo que tramaban contra él. Y como los judíos vigilaban noche y día las puertas de la ciudad, para matarlo, (Hechos 9, 24)

  • La noticia se extendió por toda la ciudad de Jope, y muchos creyeron en el Señor. (Hechos 9, 42)

  • Al día siguiente, mientras estos se acercaban a la ciudad, Pedro, alrededor del mediodía, subió a la terraza para orar. (Hechos 10, 9)

  • Entonces Pedro los hizo pasar y les ofreció hospedaje. Al día siguiente, se puso en camino con ellos, acompañado por unos hermanos de la ciudad de Jope. (Hechos 10, 23)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina