Löydetty 120 Tulokset: deberá
Si su ofrenda para el holocausto pertenece al ganado menor -corderos o cabras- deberá ofrecer un animal macho y sin defecto. (Levítico 1, 10)
Si ofreces una oblación de alimentos cocidos a la cacerola, la ofrenda deberá estar hecha con harina de la mejor calidad y con aceite. (Levítico 2, 7)
Si una persona ofrece un sacrificio de comunión y su ofrenda pertenece al ganado mayor -sea macho o hembra- deberá presentar delante del Señor un animal sin defecto. (Levítico 3, 1)
Si su ofrenda para el sacrificio de comunión pertenece al ganado menor -sea macho o hembra- deberá ofrecer al Señor un animal sin defecto. (Levítico 3, 6)
El oferente presentará -como ofrenda que se quema para el Señor- la grasa de la víctima para el sacrificio de comunión, a saber: toda la cola, que deberá ser cortada cerca del espinazo, la grasa que recubre las entrañas y la que está adherida a ellas; (Levítico 3, 9)
los dos riñones y la grasa que está sobre ellos -o sea, en los lomos- y la protuberancia del hígado, que deberá extraer junto con los riñones. (Levítico 4, 9)
Si lo que trae como ofrenda por el pecado es un cordero, deberá ser hembra y sin defecto. (Levítico 4, 32)
si alguien se hace culpable por alguno de estos motivos, deberá confesar aquello en que ha pecado. (Levítico 5, 5)
Si una persona peca, cometiendo sin darse cuenta alguna falta contra las prohibiciones contenidas en los mandamientos del Señor, y se reconoce culpable, deberá cargar con su culpa. (Levítico 5, 17)
si alguien peca y se hace culpable por cualquiera de estos motivos, deberá restituir lo que haya adquirido por medio de la estafa o la extorsión, así como también el depósito que se le confió, el objeto perdido que encontró, (Levítico 5, 23)
El fuego permanecerá siempre encendido sobre el altar y no deberá extinguirse. Todas las mañanas el sacerdote lo avivará con leña, dispondrá el holocausto sobre él, y hará arder las partes grasosas de los sacrificios de comunión. (Levítico 6, 5)
Un fuego perpetuo, que nunca deberá extinguirse, permanecerá encendido sobre el altar. (Levítico 6, 6)