Löydetty 327 Tulokset: diez tribus
Entonces Micá le dijo: "Quédate conmigo, y serás para mí un padre y un sacerdote. Yo te daré diez siclos de plata al año, además de la ropa y la comida". Ante su insistencia, (Jueces 17, 10)
En aquel tiempo no había rey en Israel. Y por aquel entonces, la tribu de Dan buscaba un territorio donde establecerse, porque hasta ese momento no le había tocado ninguna herencia entre las tribus de Israel. (Jueces 18, 1)
Los dignatarios de todo el pueblo y todas las tribus acudieron a la asamblea del pueblo de Dios: eran cuatrocientos mil hombres de a pie, armados de espada. (Jueces 20, 2)
de entre todas las tribus de Israel, tomaremos a diez hombres de cada cien, a cien de cada mil, y a mil de cada diez mil. Ellos recogerán víveres para la tropa, es decir, para los que irán a dar su merecido a Guibeá de Benjamín por la infamia que ha cometido en Israel". (Jueces 20, 10)
Las tribus de Israel enviaron emisarios a toda la tribu de Benjamín para decirle: "¿Qué explicación dan del crimen que se ha cometido entre ustedes? (Jueces 20, 12)
Diez mil guerreros adiestrados de todo Israel llegaron frente a Guibeá. El combate se hizo muy encarnizado, sin que los benjaminitas advirtieran el desastre que se les venía encima. (Jueces 20, 34)
"Señor, Dios de Israel, decían, ¿por qué ha sucedido esto en Israel? ¡Hoy le falta a Israel una de sus tribus!". (Jueces 21, 3)
Luego los israelitas dijeron: "¿Cuál entre todas las tribus de Israel no ha subido a la asamblea delante del Señor?". Porque contra el que no se presentara ante el Señor en Mispá, se había pronunciado este juramento solemne: "Morirá irremediablemente". (Jueces 21, 5)
Por eso preguntaron: "¿Hay alguna entre las tribus de Israel que no ha subido a presentarse ante el Señor en Mispá?". Y resultó que ningún hombre de Iabés de Galaad había venido al campamento para la asamblea. (Jueces 21, 8)
El pueblo se compadeció de Benjamín, porque el Señor había abierto una brecha entre las tribus de Israel. (Jueces 21, 15)
Estos se casaron con mujeres moabitas -una se llamaba Orpá y la otra Rut- y así vivieron unos diez años. (Rut 1, 4)
Luego Booz llamó a diez ancianos de la ciudad, diciéndoles: "Siéntense aquí". Ellos se sentaron, (Rut 4, 2)