Löydetty 43 Tulokset: digas

  • Toda la asamblea respondió en alta voz: "Sí, haremos lo que tú nos digas, (Esdras 10, 12)

  • El rey dijo entonces a la reina Ester: "En la ciudadela de Susa, los judíos mataron y exterminaron a quinientos hombres y a los diez hijos de Amán. ¡Qué no habrán hecho en el resto de las provincias reales! Pero ¿qué es lo que pides? Lo que sea, te será concedido. ¿Qué otra cosa deseas? Se hará lo que tú digas". (Ester 9, 12)

  • No digas a tu prójimo: "Vuelve después, mañana te daré", si tienes con qué ayudarlo. (Proverbios 3, 28)

  • No digas: "Voy a pagar mal con mal", espera en el Señor y él te salvará. (Proverbios 20, 22)

  • No digas: "Le haré lo mismo que él me hizo, le pagaré conforme a sus obras". (Proverbios 24, 29)

  • No dejes que tu boca te haga pecar, y no digas delante del mensajero de Dios: "Ha sido por inadvertencia". ¿Por qué Dios tendrá que irritarse contra tu palabra y arruinar la obra de tus manos? (Eclesiastés 5, 5)

  • No digas: "¿A qué se debe que el tiempo pasado fue mejor que el presente?". Porque no es la sabiduría la que te lleva a hacer esa pregunta. (Eclesiastés 7, 10)

  • No digas nada contrario a la verdad y avergüénzate de tu falta de instrucción. (Eclesiástico 4, 25)

  • No te fíes de tus riquezas ni digas: "Con esto me basta". (Eclesiástico 5, 1)

  • No digas: "¿Quién podrá dominarme?", porque el Señor da a cada uno su merecido. (Eclesiástico 5, 3)

  • No digas: "Pequé, ¿y qué me sucedió?", porque el Señor es paciente. (Eclesiástico 5, 4)

  • No digas: "Su compasión es grande; él perdonará la multitud de mis pecados", porque en él está la misericordia, pero también la ira, y su indignación recae sobre los pecadores. (Eclesiástico 5, 6)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina