Löydetty 264 Tulokset: guerra

  • Desde hace tiempo, mi pueblo se erige en enemigo; ustedes arrancan el manto de encima de la ropa a los que pasan confiados, al volver de la guerra. (Miqueas 2, 8)

  • Así habla el Señor contra los profetas que extravían a mi pueblo: Cuando sus dientes tienen algo que morder, ellos gritan: "¡Paz!". Pero al que no les llena la boca, le declaran la guerra santa. (Miqueas 3, 5)

  • Él será juez entre pueblos numerosos y árbitro de naciones poderosas, hasta las más lejanas. Con sus espadas forjarán arados y podaderas con sus lanzas. No levantará la espada una nación contra otra ni se adiestrarán más para la guerra. (Miqueas 4, 3)

  • Aquel día -oráculo del Señor- yo extirparé tus caballos de en medio de ti y haré desaparecer tus carros de guerra; (Miqueas 5, 9)

  • ¿Arde la ira del Señor contra los ríos? ¿Tu cólera se enciende contra los ríos y tu furor contra el mar, para que montes en tus caballos, en tus carros de guerra victoriosos? (Habacuc 3, 8)

  • día de sonidos de trompeta y de gritos de guerra contra las ciudades fortificadas y contra las almenas elevadas! (Sofonías 1, 16)

  • Él suprimirá los carros de Efraím y los caballos de Jerusalén; el arco de guerra será suprimido y proclamará la paz a las naciones. Su dominio se extenderá de un mar hasta el otro, y desde el Río hasta los confines de la tierra. (Zacarías 9, 10)

  • De él saldrá la Piedra angular, de él la Estaca, de él el arco de guerra, de él todos los jefes. Todos juntos (Zacarías 10, 4)

  • Y el Señor castigará a todos los pueblos que hayan hecho la guerra contra Jerusalén con esta plaga: hará que se pudra su carne cuando todavía estén en pie, sus ojos se pudrirán en sus órbitas y su lengua dentro de su boca. (Zacarías 14, 12)

  • Ustedes ambicionan, y si no consiguen lo que desean, matan; envidian, y al no alcanzar lo que pretenden, combaten y se hacen la guerra. Ustedes no tienen, porque no piden. (Santiago 4, 2)

  • Las langostas parecían caballos equipados para la guerra: tenían en su cabeza algo parecido a coronas doradas y su rostro era semejante al rostro humano. (Apocalipsis 9, 7)

  • Y cuando hayan acabado de dar testimonio, la Bestia que surge del Abismo les hará la guerra, los vencerá ylos matará. (Apocalipsis 11, 7)


“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina