Löydetty 14 Tulokset: horror
El Señor te hará caer derrotado ante tus enemigos: saldrás a atacarlo por un camino y por siete caminos huirás de ellos; y todos los reinos de la tierra sentirán horror de ti. (Deuteronomio 28, 25)
Por eso el Señor se irritó contra Judá y Jerusalén, y lo convirtió en objeto de horror, de estupor y de burla, como ustedes pueden ver con sus propios ojos. (II Crónicas 29, 8)
El Occidente se estremece por su destino y el Oriente es presa del horror. (Job 18, 20)
¡Qué pronto quedan devastados y acaban consumidos por el horror! (Salmos 73, 19)
Se extravía mi mente, el pánico me aterra; el crepúsculo que ansiaba se ha vuelto para mí un horror. (Isaías 21, 4)
los perseguiré con la espada, el hambre y la peste, y haré de ellos un objeto de terror para todos los reinos de la tierra, una imprecación y un objeto de horror, de estupor y de escarnio en todas las naciones adonde los expulsaré, (Jeremías 29, 18)
Por eso, así habla el Señor: Ustedes no me han escuchado, proclamando cada uno la liberación de su hermano y de su prójimo. Ahora, yo proclamo para ustedes una liberación -oráculo del Señor-: los dejo librados a la espada, a la peste y al hambre, y los convertiré en un motivo de horror para todos los reyes de la tierra. (Jeremías 34, 17)
Serás oprobio y objeto de ultraje, escarmiento y motivo de horror para las naciones que te rodean, cuando yo te inflija justos castigos con ira, con indignación y con violentos reproches. Yo, el Señor, he hablado. (Ezequiel 5, 15)
los sobrevivientes se acordarán de mí en medio de las naciones donde hayan sido deportados. Yo desgarraré su corazón prostituido que se apartó de mi y sus ojos que se prostituyeron detrás de sus ídolos; sentirán horror de sí mismos por las maldades que cometieron con todas sus abominaciones. (Ezequiel 6, 9)
Yo los contaminé con sus propias ofrendas, cuando inmolaban en el fuego a todos los primogénitos, y lo hice con el fin de inspirarles horror, para que supieran que yo soy el Señor. (Ezequiel 20, 26)
Y muchos de los que duermen en el suelo polvoriento se despertarán, unos para la vida eterna, y otros para la ignominia, para el horror eterno. (Daniel 12, 2)
Amen con sinceridad. Tengan horror al mal y pasión por el bien. (Romanos 12, 9)